Consideraciones sobre la propuesta de reforma judicial federal
En opinión de Hertino Avilés
El veintiocho de noviembre de la presente anualidad, los Senadores de la Republica, aprobaron en lo general, la reforma al Poder Judicial de la Federación, quien ha dicho del Presidente del alto Tribunal, la misma traerá más beneficios a los más desprotegidos, puesto que con la misma se busca erradicar la corrupción que se vive dentro del propio poder.
La citada reforma le da la facultad a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para expedir acuerdos generales para lograr una distribución entre las Salas de los asuntos que competa conocer a la Corte, así como remitir asuntos a los Plenos Regionales y a los Tribunales Colegiados de Circuito; lo anterior con la finalidad de depurar la carga de trabajo con la que actualmente se cuenta.
Así mismo, cambia la denominación de Instituto de la Judicatura Federal y se crea la Escuela Federal de Formación Judicial, quien será la encargada de implementar los procesos de formación, capacitación y actualización del personal jurisdiccional y administrativo del Poder Judicial de la Federación y sus órganos auxiliares.
La SCJN podrá emitir “declaratorias generales de inconstitucionalidad” —a través de las cuales invalide leyes, reglamentos u otras normas generales que violen nuestra Constitución— desde el primer caso que resuelva (y no hasta el quinto), por mayoría de 8 votos, en contra de normas generales. Así, se acelera la expulsión de normas consideradas inconstitucionales de nuestro sistema jurídico.
Además, todas las decisiones tomadas por mayoría de votos en la SCJN se convertirán en criterios judiciales obligatorios (jurisprudencia) para todos los jueces y magistrados, por lo que ya no se necesitarán 5 decisiones continuas en el mismo sentido para que esto se logre, sino solo una. Esto es, se trastoca el principio clásico del presente para el sistema jurisprudencial.
Se propone cambiar la integración y denominación de los Tribunales Unitarios de Circuito, los cuales se conforman por una sola Magistrada o Magistrado, por la de Tribunales Colegiados de Apelación, los cuales se conformarán por tres juzgadores.
En la misma reforma, se dice que se pretende combatir el despotismo que se vive dentro de los Juzgados Federales, Tribunales Colegiados y los diversos órganos adscritos al Poder Judicial de la Federación, abriendo con ello la posibilidad de que quienes quieran ingresar a trabajar a dichas dependencias lo hagan mediante exámenes de conocimiento, garantizando con el respeto a la carrera judicial, a la que la citada reforma, destaca de manera especial.
Limitando con lo anterior, que a fin de pagar favores se otorguen nombramientos a personas que por el único hecho de ser familiar de algún servidor público puedan ingresar a trabajar al Poder Judicial de la Federación.
La iniciativa de reforma al Poder Judicial pretende dotar de nuevas capacidades y recuperar criterios de interés general e igualdad que deben mantenerse siempre que se dé cualquier decisión por parte de los juzgadores.
Hasta ahora la reforma, avanza en lo general en la cámara alta del Congreso de la Unión, empero, dejo pendiente, sin duda, la creación de un Tribunal Constitucional, que quitara a la Suprema Corte de Justicia, la dualidad entre legalidad y Constitucionalidad; como en diversos países latinoamericanos y europeos existe.
Se trata pues, de la reforma al Poder Judicial, desde el partido en el poder en turno, del que se pueden destacar rasgos evidentes de centralización en la toma de decisiones; como ha ocurrido desde los otros poderes de la “Federacion”.