COLABORACIÓN LATINOAMERICANA
En opinión de David Colmenares Páramo
La colaboración entre las entidades de Fiscalización Superior en América Latina, es indispensable para cumplir con su responsabilidad de manera eficaz, íntegra y profesional, para dar respuesta correcta al pueblo, a los ciudadanos, con mejores resultados, de forma tal que la fiscalización superior sea un instrumento para combatir la corrupción, para prevenirla y evitar la impunidad.
En Latinoamérica, diversas EFS han desarrollado herramientas y metodologías de auditoría para auditar más y mejor con menos recursos y en menor tiempo. En específico, la Contraloría General de Cuentas de la República del Perú, encabezada por el Dr. Nelson Shack Yalta, desarrolló el Sistema de Información de Obras Públicas (INFObras), con el apoyo de la GIZ-Cooperación Alemana.
Esta herramienta facilita el seguimiento integral de las obras públicas, mediante el uso de las tecnologías de la información y una plataforma web, que facilita el acceso a la información, la transparencia y la rendición de cuentas, al tiempo que alienta la participación ciudadana. Cualquier persona, a través de un dispositivo con acceso a internet, puede realizar consultas, enviar comentarios y efectuar reclamos respecto del desarrollo de una obra pública, misma que está georreferenciada.
Es un proyecto en el que en México tenemos avances sobre todo la adopción de una buena práctica internacional, que es la de crear una instancia especializada en materia de obra pública y contamos ya con avances importantes en materia de georreferenciación, que se fortalecerán a través del convenio con el Perú.
La fiscalización de una obra pública no es sencilla, implica examinar cada una de sus fases, su contratación, desarrollo, financiamiento, si cumple con los objetivos y metas planteados y determinar correctamente su valor público. Además de hacer propuestas para fortalecerlas en bien de la sociedad.
Consciente de ello, la ASF ha seguido con interés el desarrollo e implementación del sistema INFObras y otras buenas prácticas de la Contraloría del Perú, por lo cual decidimos suscribir un memorando de entendimiento, el cual firmamos el pasado 25 de mayo. Gracias a este memorando, ambas EFS podremos cooperar e interactuar en distintas materias de interés común, e intercambiar experiencias y asistencia técnica para enriquecer el desarrollo que ya estamos planteando en materia de georreferenciación y uso de datos geográficos.
El uso de las nuevas tecnologías en la fiscalización superior tiene múltiples ventajas, de las cuales destaco dos: Primera, nos permiten verificar el uso de los recursos públicos con mayor exactitud, eficacia y oportunidad, de forma tal que fortalecemos el enfoque preventivo. Gracias a ellas podemos analizar la totalidad de los recursos destinados a un programa o entidad pública, así como las operaciones realizadas para ejercerlos, además, podemos planificar nuestras auditorías con más precisión.
La segunda ventaja es que nos permiten brindar a la ciudadanía información confiable, oportuna, objetiva, relevante y verificable sobre el quehacer de las instituciones públicas. Este es un elemento clave del derecho de acceso a la información pública y en la consolidación de nuestra democracia, ya que la sociedad requiere información para ejercer de manera efectiva sus derechos, tomar mejores decisiones y asumir una postura propositiva frente al quehacer gubernamental.
Las tecnologías de la información articulan los esfuerzos de la fiscalización superior con la vigilancia que la ciudadanía ejerce respecto de proyectos que pueden contribuir a mejorar su calidad de vida, como la construcción o ampliación de una carretera, una presa o un hospital público. Así se agiliza, se transparenta la gestión de las obras públicas, y se fortalece la relación de confianza entre las autoridades y la población.