Ciclo escolar 2021-2022 entre las emociones y los desafíos de los docentes
En opinión de Mireya Alejandra Sánchez Morales
Hoy se cumplen dos semanas del ciclo escolar 2021-2022, el cual está plagado de peculiaridades y situaciones atípicas para quienes nos dedicamos a la docencia, situaciones que han llevado a evolucionar las formas de enseñanza-aprendizaje y asumir los nuevos retos que la sociedad y el contexto de pandemia nos presentan.
El presente ciclo escolar se desarrolla en dos modalidades: presencial y en línea (cada padre de familia decidió la modalidad en la que su hijo daría continuidad a sus estudios). Las escuelas previo al inicio de clases realizaron una encuesta para saber la cantidad de estudiantes por modalidad y así plantear la estrategia más pertinente de acuerdo al contexto y necesidades de la institución.
¿Y como se vivió esta reapertura de escuelas? sin lugar a dudas fue emocionante y desafiante; por un lado era emocionante volver a estar en las aulas y ver las caras de los estudiantes contentos de estar con sus compañeros y maestros, algunos conociendo por primera vez la escuela y en algunos otros casos niños que cursaron el preescolar a distancia y esta es su primera experiencia en una escuela, y por otra parte desafiante en el sentido de cuidar todos los protocolos de salud, asumir los riesgos a los que estamos expuestos quienes retornamos a las aulas, la falta de insumos por parte de la autoridad educativa y la planeación para ambas modalidades ya que ambas implican y conllevan a actividades diferentes.
Sin lugar a dudas este es un retorno a las aulas cargado de emociones y sensaciones diversas, el hecho de encontrarnos aulas con 1, 5 y en algunos casos 10 estudiantes es raro, pedir y concientizar a los niños que no se quiten el cubrebocas y verlos jugar en el recreo cuidando la sana distancia sin conocer en algunos casos el rostro completo del compañero de al lado, cuidar mucho el lavado de manos, uso de gel antibacterial, no poder prestarse colores o resistol; acciones que los hacían interactuar y ahora es restringido el tipo de interacción entre ellos, también se extrañan los honores a la bandera o los festejos patrios donde todos convivíamos. Sin embargo, sabemos que esta es la nueva normalidad y habrá que adaptarse a ella. Por otra parte, escuchar a niños decir maestra ya la quería ver o extrañaba jugar con mis amigos son palabras que nos emocionan.
Considero que también es importante mencionar que en estos 15 días se están reportando casos de ansiedad, depresión, pensamientos suicidas y miedo constante en estudiantes de los diferentes niveles educativos, si bien era un tema del que se hablaba mucho y se preveía que sería parte de las repercusiones del encierro y lo que con el conllevó, hoy se están manifestando en la población estudiantil; por ello es importante estar preparados para dar apoyo en las aulas y vincular a estos casos a las instituciones correspondientes.
Estamos iniciando este ciclo escolar y solo me queda mencionar que es admirable la fortaleza, dedicación, empatía, resiliencia, esfuerzo, creatividad y amor a la profesión de cada uno de los docentes que hoy en medio de una tercera ola de contagios estamos dando lo mejor de nosotros a favor de la sociedad y el contexto actual en el que vivimos.