Carece Congreso de cultura de protección
Podrían diputados ser sujetos de responsabilidad, ante la falta de un programa de salvaguarda
A consecuencia de ese déficit, no se hizo un simulacro en las instalaciones del recinto legislativo
Alfonso de Jesús Sotelo Martínez y Marcos Zapotitla Becerro, presidentes de la Mesa Directiva y de la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil, respectivamente, podrían ser sujetos de responsabilidad, ante la falta de un programa de salvaguarda al interior del Congreso.
Diputados opinan que esta situación es “lamentable”. A consecuencia de ese déficit, no se hizo un simulacro en las instalaciones del recinto, en la calle “Guillermo Gándara”, en las inmediaciones del mercado Adolfo López Mateos.
Adujeron que se comprobó que el Poder Legislativo no participó en la convocatoria al primer Macro Simulacro 2020, organizado por las autoridades en materia de Protección Civil, el cual se llevó a cabo -este lunes- a las 11:00 horas, y que consideró un sismo hipotético de magnitud 7.0 -con epicentro en el Estado de México-.
Añadieron que sus homólogos antes mencionados estarían siendo susceptibles a una omisión, porque han “subestimado” las tareas de salvaguarda, tanto de las personas como de las instalaciones, que incluye documentos oficiales y el archivo. Por lo tanto, hicieron un llamado respetuoso: “… no se trata de molestar a nadie, sino de prevenir accidentes y que todos podamos incidir en la cultura de la protección civil, que además es obligatorio por mandato de ley, y las autoridades deberíamos de ser ejemplo en su cumplimiento”.
Adujeron que en los próximos días presentarán por escrito “un extrañamiento al presidente del Congreso, quien además llega a la tercera semana de enero sin convocar a Sesión de la Diputación Permanente, faltando a un deber establecido en nuestra Constitución”.
Desde el domingo pasado, se hacía hincapié de esta deficiencia. Entonces, señalaron que en reuniones sostenidas por la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos, se ha insistido -de forma reiterada- en la “urgente” necesidad de que las instalaciones del Congreso cuenten con dicho instrumento de planeación, “… con el objetivo de establecer las acciones preventivas y de auxilio destinadas a salvaguardar la integridad física de las personas, proteger las instalaciones, bienes e información vital, ante la ocurrencia de alguna calamidad”.