Así ya no, presidente
En opinión de José Román
Michoacán, Guerrero, Chiapas, Guanajuato, por ser por ahora los más destacables piden a gritos sus sociedades una atención indispensable de lucha del gobierno federal contra el crimen organizado. Cada día la situación es más compleja, más dominante por parte de los delincuentes y menos activa por parte del gobierno. De hecho, el gobierno en algunas zonas solo existe de palabra porque es la criminalidad organizada la que impone las reglas y las condiciones de la vida cotidiana. O sea, un gobierno de hecho por encima del gobierno mexicano.
Las cifras, el salvajismo, el propio proceso electoral viciado por la delincuencia en varias partes de la nación y denunciado públicamente no han sido, ni serán, según dice AMLO suficientes para abandonar la política de los besos y los abrazos. Mientras, los muertos están ahí, las viudas, los huérfanos, la economía contraída y doblemente golpeada porque por un lado está la pandemia destruyendo la economía que sin apoyo del gobierno federal se traduce en más de un millón de empresas cerradas y por otro el avance incontenible de las extorciones y dominio mediante cuotas del crimen organizado ante lo cual, nadie, menos el gobierno federal, hace nada.
Cada día se asoma a nuestros ojos las notas del desorden y del cinismo conque la delincuencia públicamente se exhibe mandando muy claro el mensaje a la sociedad mexicana que el gobierno son ellos, no las instituciones marcadas en la constitución, ésa que le estorba a AMLO. Esas instituciones no existen, ésas están entretenidas en el idilio de los besos y los abrazos y las visitas a la madre del Chapo. Miramos esa exhibición con un desfile hace unos días en las calles principales de aguililla, Michoacán, allá, donde al ejercito lo tienen acorralado en sus cuarteles. Exhibieron lo manufacturado en su industria artesanal de carros blindados, de tanques, de armas de alto poder pero exhibieron algo más: sus rostros. Ya no se ocultaron por la razón de que o tienen acuerdos con el gobierno y son inmunes o como lo han dicho incluso en los EU el comando Norte, son ellos los del crimen organizado los dueños y señores del territorio que en el mejor de los casos es de ellos y no de la nación mexicana en un saldo superior al 30%. ¿La gente? Esas personas que allá viven solo tienen dos caminos, o se someten o se van, abandonando todo. Porque la realidad está en la cara del Presidente, pero voltea a otro lado su mirada y su rostro. Total, que se jodan los ciudadanos, las mujeres, los niños, mientras en palacio se vive y disfruta de una ideología que ya fracasó y que no tiene rumbo definido más que caprichos personales por encima de las necesidades reales de una sociedad sometida, indefensa, silenciosa, sumisa y conformista como regla general.
Y surge como la pandemia una pregunta sin una respuesta y muchas suposiciones: ¿AMLO no quiere o no puede con el paquete de imponer orden? Y luego otra más como cuando el sol aparece todas las mañanas: ¿Por qué no quiere, que hay detrás de esa actitud y de la obvia contradicción de su promesa de acabar con la delincuencia en 6 meses? Y hay más: ¿Qué tipo de acuerdos hay para que perdure por encima del estado el gobierno de hecho de la delincuencia? ¿Miedo?, ¿precaución?, ¿acaso, lo hace por no alborotar al avispero? O, ¿confía en su ramillete de repartición de besos y su carnaval de abrazos? Es desesperante, triste, lamentable ver sufrir al prójimo y más cuando poco o nada y más nada que poco se atiende el problema que para AMLO, ya no es problema y que al contrario, hay que felicitarlos como ya lo hizo porque se portaron bien en el proceso electoral los delincuentes. El cinismo de decirlo ofende pero es el estilo. Y no me ofende a mí, ofende a los cientos de miles de muertos que el crimen siembra sumando las cifras día con día ante la incapacidad de un hombre que prometió resolverlo y después se olvidó. Así, como el amante ingrato, el amante abusivo que hizo lo que quería y se largó. ¿Cifras para consolarnos unos a otros o llorar más?: 3 mujeres y un joven ahorcados en Purépero Michoacán el 28 de mayo, 2 cuerpos más en la comunidad de La Escondida Zacatecas colgando macabramente de un puente con su muy respetable mensaje, desfile el 5 de julio, con drones, confeti, tanques, banda de música (supongo) ametralladoras, camuflaje, (¿ostentarían la bandera mexicana o la de su cartel?) uniformes, armas de alto, no. no, no, perdón de altísimo calibre, armas de asalto, exhibiéndose en orden por las calles de Aguililla, ahí frente a los cuarteles de los acuartelados y básicamente sometidos soldados. ¡Qué vergüenza! Desde luego abundaron las fotos y tal vez hasta dieron autógrafos los delincuentes. Morelos en lo que es parte de esta semana y la anterior, también ardió y arde, pero en chiquito, de acuerdo a su tamaño: más o menos 10 ejecutados. Y ya para qué seguir contando historias, total cien o más personas diarias en esta nación caen víctimas de la delincuencia según delató en la mañanera el periodista Jorge ramos a AMLO, el cual, cínico dijo que tenía otros datos. Así ya no señor AMLO, así, ya no. Póngase a trabajar, para resolver nuestros problemas, nos urge.