Arco Libre | Desequilibrio 

Hugo Arco en la sección de Cultura

Arco Libre |  Desequilibrio 

Alguna vez existió un lugar muy especial que se encontraba en alguna parte de los siete niveles del universo. Este espacio fue escenario de los Cristos. Seres casi ciento por ciento orgánicos. Se componían en su totalidad de pelo y órganos. Solo sus corazones no estaban constituidos de carne, estaban constituidos de cristal.

Esta civilización que fue evolucionando a lo largo de los tiempos comenzó con la recolección y la caza, ya que al igual que los humanos, estos seres necesitaban del exterior, es decir: del aire, del gas y de la materia. Los Cristos, al cazar, tenían que herir a su presa más nunca matarla, es decir, se los comían vivos. Al comer, estos seres rodeaban a la reses que se encontraban amarradas y cada uno con cuchillos afilados arrancaban trozos del animal. Cuando moría éste se terminaba el platillo. Y es que la carne en descomposición aunque llevara solo unos segundos en proceso de putrefacción los agitaba de más y de tantas pulsaciones los corazones se quebraban para luego desbaratarse por completo haciéndose añicos provocando una muerte instantánea. Algunas veces una agitación no tan profunda era suficiente para causar el fin.  Aun así, los que contaban con corazones quebrados podían mantener una vida de calidad si tenían los cuidados correspondientes.

Otra característica notable de esta civilización: no había diferenciación sexual. Contaban con la misma cantidad de órganos pero esparcidos de otra forma. Para el acto sexual se debían de contar con al menos dos seres, aunque también de forma sintética era posible realizar el acto hasta con cuatro. Se llegó a tener casos de reproducción de hasta cinco seres, solo que esto solo se logró en zonas muy exclusivas donde la mayoría de los habitantes no tenían acceso con facilidad. El método era relativamente simple. Tenían que mutilar una parte de sus cuerpos para posteriormente unirlas con hilo de cristal. Al estar unidas las partes lo que proseguía era echarlos a la mar. El basto océano contenía el agua salada que cosía las partes durante siete meses y siete días exactamente para luego expulsarles en una de las miles de playas. Todo indica que este proceso la naturaleza de este lugar lo realizaba al azar. Los progenitores después del acto quedaban sin un brazo o sin una pierna generalmente. Aun así las pruebas hacen constancia de que ellos encontraban placentero todo el proceso puesto que los Cristos encontraban en el dolor y en el placer una de sus más grandes y más espirituales formas de realización. Era como una especie de masoquismo, incluso le rezaban a un dios al cual nombraban mazoquíe.

En el plano tecnológico contaron con sorprendentes avances, al menos en comparación con los humanos. Aquí algunos ejemplos de los más de diez milenios de evolución:

Transportación de la materia

El físico Cárdenas Flish sorprendió en el año 4390 con un aparato en el cual ingresabas para que ya dentro, por medio de unas turbinas y con hielo frío, el organismo se desintegrara. El lugar donde reaparecían era de igual forma otro aparato que era como una lámpara circular  con 3 metros de diámetro en forma de sol que ardía mientras iban renaciendo. En términos coloquiales descubrió que el humo frío que se emana de los hielos daba con la clave para la desintegración de la materia mientras que las altas temperaturas te hacía reaparecer.

Resurrección de muertos

Solo se podían reanimar los occisos que no pasaban de 15 años de muertos. Se sabe que los primeros seres que experimentaron la resurrección asistida no lograron mentalmente la aceptación del hecho y se volvieron mediante el miedo vulnerables a la realidad. Les era imposible convivir con sus familiares y amigos. Afortunadamente se fue mejorando el tratamiento hasta que se llegó a la aceptación.

Rejuvenecimiento

Solo se lograron rejuvenecer 15 años, ese fue el récord. El proceso estaba condicionado para que se pudiera realizar solo dos a tres veces en la vida.

Compenetración de ser a ser para no morir en soledad

Este fue un invento realmente sorprendente ya que la muerte por primera vez era experimentada en compañía.

Los Cristos de la noche a la mañana desaparecieron. Fue en el año de 9999 cuando por fin habían descubierto la forma para que sus corazones se volvieran de barro pero al parecer el equilibrio que habían logrado al modificarse generó cambios inesperados. Comenzaron a comer carne putrefacta y sus organismos que no estaban preparados se encontraron con una epidemia que alteró su paso por la existencia. Quizás eso del corazón al ser una de sus principales características al modificarla, se le cambió el alma, la forma, su núcleo.

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