¿Apenas un año?

En opinión de Víctor Iván Saucedo

¿Apenas un año?

Qué lejos luce aquel sábado cinco de diciembre del año 1992 cuando Cuauhtémoc Blanco debutaba como futbolista profesional con el América y empezaba a construir una ilustre carrera que lo convertiría en ídolo nacional y lo llevaría a jugar en el viejo continente.

Veinticuatro años después, el primero de enero de 2016 se estrenaba como Alcalde de Cuernavaca, los resultados son de sobra conocidos, ahí empezó a perjudicar su imagen, a ser víctima de burlas, cuestionamientos y ataques que marcaron el inicio de una espiral descendente en la forma en la que la gente, su gente lo veía.

Casi tres años después, elprimero de octubre Cuauhtémoc Blanco Bravo cumplió un año como Gobernador del Estado de Morelos; la fecha (como su gobierno), pasó desapercibida, no hubo un evento formal, un mensaje a los morelenses, mucho menos una verbena como hubiera querido y merecido en otras circunstancias el ídolo de Tepito.

Es comprensible que no hubiera ningún tipo de conmemoración; basta ver el desastroso estado de su administración para entender que este silencio quizá sea lo único prudente que ha emanado de este gobierno en lo últimos 365 días.

Con el desgaste que arrastran y la poca vinculación que tienen con la sociedad, pareciera que ha pasado más tiempo, pareciera que están al final de su sexenio y no en las mieles del primero, ¡qué lejos quedó aquella frase de “no les voy a fallar”!

Señor Gobernador, ya nos falló.

A la vuelta de un año, Morelos es un río de sangre, la gente tiene miedo, la vida nocturna prácticamente ha muerto, los comercios reportan una baja sensible en las ventas, cada vez es más frecuente escuchar sobre establecimientos que cierran por “cobro de piso”, las ejecuciones a plena luz del día en lugares públicos son el pan de cada día, la impunidad sigue reinando, los escándalos sobre negocios a la sombra del poder y continúan con la herencia maldita de la intromisión de amigos y familiares en acciones de gobierno se han vuelto un común denominador y afectan a los tres poderes del Estado; pasó un año y no se ven obras de infraestructura, el campo morelense luce olvidado, la promoción turística resulta absurda frente a la inseguridad que azota al estado, el desarrollo económico es nulo. Vaya, sin ir muy lejos, el gabinete que acompaña a Cuauhtémoc Blanco se ha quedado tan corto como él y no solo le sirve de poco, sus grillas internas y el nivel que han mostrado hacen lucir desarticulado e inoperante al Ejecutivo estatal.

El Gobernador sigue siendo una figura ausente, desconfiada y sin interés real en asumir sus funciones, el discurso bravucón y entrón está tan agotado como su semblante y ganas de seguir gobernando; su verdadera pasión es y seguirá siendo el Club América.Lastimosamente, de seguir así, su paso por el Gobierno del Estado eclipsará su ilustre carrera deportiva y le cerrará las puertas de un potencial y ansiado regreso al club de Coapa que lo vio nacer como jugador.

El desprestigio que arrastra en un año como Gobernador y su paso por la Alcaldía de Cuernavaca está rodeado por escándalos tan graves y nubes de corrupción que difícilmente una institución deportiva seria y de prestigio querrá vincularse con él y mucho menos con su entorno dominado por un (cada vez más obscuro) José Manuel Sanz.

Cuauhtémoc Blanco tiene que sentarse a ponderar su legado histórico, su lugar en el mundo deportivo, en el corazón de los mexicanos, y como éste se va dilapidando cada día que pasa gobernando un Estado que no siente, con el que no tiene arraigo ni lazos,en una actividad que no conoce y que claramente no ha manifestado el mínimo interés en conocer o en desempeñar con probidad.
Si las cosas siguen así, Morelos será para Cuauhtémoc Blanco su tumba política, social y deportiva, el lugar donde quedará enterrado su prestigio y su lugar en la historia.

A no ser que su interés sea meramente económico, entonces no tendrá problema, claramente Morelos le puede otorgar la tranquilidad económica que requiere él y su entorno.

 

¿A qué costo? Su prestigio, su historia, su lucha por salir adelante, su nombre, sin ir más lejos.. su legado.