Serpientes y escaleras - ¿Podemos volver a la normalidad?
En opinión de Eolo Pacheco
En Morelos no se acaba la cuarentena, porque algunos nunca la han respetado.
¿Podemos volver a la normalidad?
Muchos quieren que acabe la pandemia, que se levante la cuarentena y regresemos a la normalidad. Las razones pueden ser distintas: ansías de retornar a la escuela, necesidad de trabajar y añoranza por la diversión fuera de sus cuatro paredes. Pero lo que todos queremos es tener la seguridad de poder caminar y convivir sin miedo a ser contagiados por un virus que hasta ahora no tiene cura. En las condiciones actuales de nuestro estado ¿Podemos regresar a la normalidad?
La contingencia provocada por el coronavirus cambió de golpe el estilo de vida en todo el mundo; de un día para otro comenzó un proceso masivo de aislamiento que modificó el rostro de lugares emblemáticos del mundo y mandó a la cama a ciudades que nunca dormían.
Esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el calendario de lo que será el regreso a la llamada Nueva Normalidad, es decir, el camino que seguiremos para salir de casa después del confinamiento; el programa es por etapas, por zonas y por sectores, de acuerdo con nivel de contagios y las circunstancias sociales para mantener el control de la situación.
Morelos no está en condiciones de regresar a la normalidad en los tiempos establecidos por el gobierno federal; no lo hará el 18 de mayo (el próximo lunes) ni tampoco el 01 de junio, porque a diferencia de lo que está ocurriendo en la capital del país, en la tierra de Zapata la pandemia sigue creciendo y no alcanza aún su punto máximo de contagios, porque mucha gente no ha querido quedarse en casa; sería muy peligroso salir a las calles cuando el contagio es masivo.
Los números y los hechos no mienten: hasta el día de ayer la cifra de enfermos casi llegaba a los mil casos y las defunciones crecían aceleradamente; Morelos está convertido en el tercer estado de México con mayor tasa de contagios y la tendencia nos deja fuera de toda posibilidad de reactivar en el corto plazo las clases presenciales o cualquier actividad que implique reunión masiva de personas.
Después de que a nivel nacional se establecieron fechas de reapertura paulatina para distintos sectores, el que la cuarentena se alargue en nuestra entidad hizo reaccionar al sector productivo del estado; obvio: cada día que los comercios y negocios se mantengan cerrados implica pérdidas para sus propietarios y eleva exponencialmente la posibilidad de quiebra.
A muchos empresarios la pandemia los ha colocado en una situación realmente compleja: tuvieron que hablar con sus empleados, renegociar deudas, sortear pasivos y hacer frente a innumerables situaciones que solo se pueden resolver con dinero. Igual que para la mayoría de los mexicanos, para el sector productivo la cuarentena representa un fuerte deterioro económico a las finanzas, porque implica una erogación permanente de recursos sin recibir ingresos.
Este hecho nos afecta a todos porque el cierre de negocios disminuye los empleos, pega a las finanzas familiares y contrae la economía en general. Prolongar la cuarentena y la suspensión de las actividades productivas golpeará severamente la entidad y prolongará por mucho tiempo la recuperación.
Aunque esto está a la vista de todos y es fácilmente comprensible, a quienes no les interesa es a aquellos ciudadanos que desde el principio hicieron caso omiso a las recomendaciones de sanidad y se convirtieron en portadores del virus. A ellos habrá que reclamarles que la situación en Morelos en lugar de mejorar ha empeorado y que el regreso a la Nueva Normalidad aún no tenga fecha definida.
Lo más importante en este momento, a pesar de las enormes pérdidas económicas que ha provocado la pandemia de covid-19, es preservar la salud; el confinamiento es una medida preventiva, la más importante para no contraer una enfermedad para la cual todavía no existe una cura.
Países como China, España e Italia han comenzado a regresar a la normalidad, lo hacen de manera pausada y con muchas restricciones ante el temor de un rebrote; en la ciudad de Wuhan, donde todo comenzó, han vuelto a presentarse nuevos casos, lo que obligó a las autoridades a aplicar 11 millones de pruebas para descartar que la crisis vuelva a tomarlos por sorpresa.
Todo está conectado, no importa si sucede al otro lado del mundo; hablamos del mismo virus, de la misma enfermedad y un mismo panorama sin cura. Todas las naciones están contra la pared porque cada día que pasan encerrados su economía se contrae y la recuperación se complica; en Morelos no es diferente, con la salvedad de que aquí tenemos un sector muy necio que no escucha, que no atiende las recomendaciones, que sale, se enferma, contagia y afecta a todos con su irresponsabilidad.
El regreso a la normalidad es algo que todos queremos, pero que no se logrará por el camino que se sigue. Las autoridades de los tres niveles de gobierno están haciendo su parte, están tomando decisiones, restringen la movilidad, pero no pueden hacer lo que corresponde a los ciudadanos.
El miércoles el subsecretario López-Gatell presumía que México a diferencia de otros lugares del mundo había logrado aplanar la curva sin la necesidad de implementar medidas de fuerza; resaltó la manera como millones de ciudadanos hicieron caso a la sana Distancia y celebró que estamos a punto de regresar a la normalidad.
Pero esa realidad no aplica en Morelos, primero porque la curva en lugar de aplanarse creció y porque el número de contagios y muertos aumenta aceleradamente todos los días. Esto tiene una doble explicación: irresponsabilidad y falta de liderazgo.
En nuestra entidad hay mucha gente que entiende la situación y actúa en consecuencia, que se ha guardado en casa, que toma medidas de prevención y se cuida de no infectar a nadie; otros en cambio, actúan como animales, desoyen las indicaciones y propagan la enfermedad; los primeros actúan responsablemente por conciencia propia, porque saben lo que puede suceder; los otros lo hacen porque son necios y porque no hay una voz oficial que les infunda respeto.
Ellos son la parte que se debe corregir, es a ellos a quienes urge meter al aro y retener en sus casas; en ellos no valen las recomendaciones ni la información, porque no comprenden o no les importa lo que suceda.
El costo social, material, económico y humano que este sector de la población provoca a los demás es enorme; por ellos la normalidad no regresará en el corto plazo, por ellos miles de personas se van a quedar sin trabajo y cientos de negocios no podrán reabrir sus puertas; por ellos Morelos está convertido en un punto rojo y peligroso en el mapa nacional de coronavirus y por ellos más gente se enferma y muere.
¿Qué debemos hacer al respecto? ¿Cómo deben actuar las autoridades ante una situación así? ¿Hasta que punto sus derechos fundamentales de libre tránsito y reunión (ampliamente defendidos por los organismos de derechos humanos) están por encima del derecho de los demás a la salud y a la vida? ¿Hasta qué punto debemos esperar a que entren en conciencia, actúen responsablemente o por diferentes causas (inmunidad o muerte) dejen de contagiar a los demás?
La reflexión es dura, pero es real: la irresponsabilidad de quienes no se quedan en casa tiene a Morelos convertido en un caos; y no hablo de quienes por necesidad salen todos los días a trabajar y lo hacen con medidas de prevención (sana distancia, cubre bocas…), sino de los que caminan con sus hijos por las calles sin cubre bocas, los que organizan fiestas, los que se reúnen con amigos y vecinos sin ningún tipo de protección, los que pasan junto a personas enfermas sin cuidado y todos los que han decidido desafiar a la autoridad en un tema que no afecta solo a los gobiernos, particularmente lastima a la sociedad.
Ahí la pregunta es ¿Qué hacer ante algo así? ¿Cómo deben proceder las autoridades?
- posdata
La historia de Carmen Cuevas como presidenta del Poder Judicial de Morelos estuvo plagada de conflictos desde el principio. La dama dio la sorpresa cuando fue electa presidenta, pero a nadie sorprendió el mal papel que hizo en el cargo.
A unas horas de dejar la presidencia del TSJ una nueva querella se ha presentado en su contra por uso de documentos falsos; el demandante ahora es el Congreso del estado y aunque las implicaciones de ello pudieran no tener un serio impacto legal, los efectos mediáticos alcanzan a quien la sustituyó en el cargo.
Vamos por partes: a Carmen la registraron en Cuernavaca cuando nació y en su acta de nacimiento se le nombra María del Carmen Verónica Cuevas López; no hay cambios ni anotación marginal en el documento, lo que significa que es la única acta existe. El otro certificado es digital y se elabora con datos tomados del acta original; esa acta sólo la puede manipular quien tiene acceso al sistema.
El delito que se señala jurídicamente no es trascendente, porque no hay usurpación de personalidad, ni de funciones, ni de profesión, ni fraude en perjuicio de alguien; se dice que se ha utilizado el CURP de un varón, pero cualquier fallo legal no cambiará en nada la vida de la magistrada.
Lo delicado son otras acciones que como titular del Poder Judicial hizo o participó, empezando por la designación de su sucesor. Enumeremos la última:
- La sesión en la que fue nombrado Rubén Jasso Díaz NO pudo llevarse a cabo porque no había quorum, por tanto es ilegal; debían haber participado dos terceras partes y además Carmen Cuevas se atribuyó doble voto como presidenta.
- Al no haberse integrado debidamente el quorum legal que establece la Ley Orgánica del poder judicial, la sesión puede anularse por una autoridad, pero eso depende de que los magistrados restantes hagan valer esa acción; si no la hacen, el nombramiento de Jasso queda firme con todos los vicios.
- El tiempo para hacer valer ese derecho depende de cuándo abran los tribunales; los caminos pueden ser un amparo o una acción de constitucionalidad; el tiempo corre a partir de que se abran los juzgados.
Rubén Jasso tomará posesión como nuevo presidente el día 18 de mayo y se mantendrá ahí hasta que una autoridad judicial diga lo contrario; una resolución que anule la sesión y por tanto la presidencia pudiera dar lugar a una denuncia por delitos cometidos por nueve magistrados que habrían trasgredido la ley para obtener un beneficio personal.
Quienes reiteradamente se han opuesto a Carmen Cuevas siguen una estrategia que hasta ahora no ha funcionado; si realmente quisieran actuar en su contra el camino es otro y los motivos pueden ser la designación de familiares, la persecución de jueces, secretarios y actuarios que no comparten sus criterios o son de otro grupo, ordenarles a jueces que resuelvan en tal sentido ciertos asuntos, los malos manejos financieros o las compras irregulares.
Si los opositores a Carmen Cuevas realmente quieren hacerle algo, parece que no saben cómo hacerlo; digamos que la quieren envenenar con Mejoralitos.
- nota
Antonio Villalobos lo dijo con todas sus letras: La ley le permite la reelección como presidente municipal, pero no es su prioridad pensar en ello en este momento; hoy se requiere preservar la salud de la gente de Cuernavaca, actuar rápidamente para contener la pandemia y luego entrarle de lleno a la recuperación económica de los capitalinos. Después habrá tiempo de pensar en la política y dependiendo de los resultados que se alcancen en esta etapa se verá lo que sigue en lo personal.
Excelente reflexión del alcalde; la política se hace paso a paso y circunstancias como la pandemia del covid-19 sirven para catapultar o hundir a una autoridad.
- post it
La nueva normalidad a la que algunos están a punto de entrar implica cambiar nuestros comportamientos.
¿Estamos listos para hacerlo?
- redes sociales
Cuanto daño pueden hacer las fake news. Qué peligroso puede llegar a ser un pendejo con internet.
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