Serpientes y escaleras - La caja de pandora

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - La caja de pandora

El fiscal Uriel Carmona es el aliado más fuerte de los diputados. ¿Lo sacrificarán?

 

La caja de pandora

El duelo entre poderes del estado está cantado: por un lado están quince de los veinte diputados que conforman la 55 legislatura morelense y por el otro está Cuauhtémoc Blanco. El albazo en la aprobación del paquete económico 2023 eliminando la cláusula de transferencia fue el primero de varios golpes que el legislativo dará al gobernador antes de que inicie el proceso electoral. El parlamento ha fijado postura respecto al presupuesto, ahora hay que ver cómo enfrentan el caso del fiscal.

Tener la mayoría legislativa no es poca cosa, pero no alcanza para modificar el escenario político ni la carrera electoral, como lo pretenden los representantes populares. En esta batalla el congreso se ha aliado con los fiscales de Graco y el Ombudsman porque saben que esas instituciones pueden ser determinantes en las acciones que en los próximos meses impulsarán en contra del jefe del ejecutivo.

Hasta antes del caso Ariadna el ambiente político favorecía a los legisladores: habían asestado un golpe seco al gobernador con el presupuesto y cerrado filas con los fiscales para impulsar algunos procedimientos y acciones que están en su terreno. Lo que no esperaban es que Uriel Carmona quedara envuelto en un problema como el que ha derivado del asesinato de Ariadna Fernanda. Hoy el fiscal se ha convertido en un personaje señalado a nivel nacional por proteger a un feminicida.

Los elementos de prueba presentados contra Uriel Carmona lo han marcado de forma permanente ante la opinión pública y lo tienen al borde de la destitución. Con todos los datos aportados por la fiscalía de la Ciudad de México y con la firmeza como ha hablado la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum no queda duda que el fiscal de Morelos actuó de manera incorrecta, dolosa y encubriendo a un feminicida. Fue tan sucia la manera como se condujo la dependencia morelense en este caso que se ha abierto una nueva duda respecto al proceder del fiscal ¿Es la única vez que ha hecho algo así?

La actuación del fiscal morelense es indefendible y puede entenderse como un acto de corrupción colectiva, porque para emitir un dictamen como el presentado tras la necropsia de Ariadna Fernanda tuvieron que intervenir varios funcionarios de la dependencia. No se trató de un error individual, ni del descuido de una sola persona, sino de una actuación grupal incorrecta y dolosa.

El futuro del fiscal Carmona Gándara ha quedado en manos de los integrantes de la 55 legislatura de Morelos, pero no es el único camino que puede dar pie a su destitución; por procedimiento corresponde al congreso evaluar su permanencia toda vez que el acto cometido es grave, afecta la credibilidad de la institución y elimina toda la confianza en el fiscal, pero si la FGR inicia un procedimiento en su contra el escenario para el fiscal morelense se agravará y ni los legisladores lo podrán sostener.

Esta misma semana un agente del ministerio público de la FGE denunció que el personal de la dependencia es constantemente presionado para cambiar las puestas a disposición, es decir, para otorgar a los imputados las condiciones legales necesarias evadan la justicia. “Las órdenes vienen desde arriba”, dijo la funcionaria.

La credibilidad y confianza del fiscal morelense se ha esfumado y ello afectará a los diputados, porque Uriel Carmona es un elemento clave en su estrategia política de cierre de sexenio; dotar de más recursos y conceder mayores libertades de actuación a la Fiscalía General de Justicia de Morelos no es un acto de buena voluntad de los representantes populares, es una jugada política para fortalecer a un aliado, alguien que tiene la posibilidad de investigar y actuar contra cualquier ciudadano, incluido el gobernador.

Ante un hecho tan grave como el cometido por Uriel Carmona en el caso de Ariadna Fernanda la lógica sería que el congreso lo llamará a cuentas, revisará su actuación y ante el cúmulo de elementos de prueba, pero sobre todo ante la pérdida absoluta de confianza, determinará su inmediata destitución. Hacerlo representaría un acto de justicia y de congruencia de parte de los representantes populares, pero también les quitaría a una de sus principales armas de ataque. No lo van a hacer.

El caso Ariadna ha escalado a nivel nacional y está vigente en muchos medios del mundo, abrió la caja de pandora de la fiscalía morelense y ha acabado con la credibilidad pública del fiscal Uriel Carmona; ante estos hechos es lógico preguntarse en cuántos casos más habrá actuado así la fiscalía y cuántas veces las autoridades han cambiado las puestas a disposición, los peritajes y las necropsias para favorecer a alguien. Obviamente esto ha ocurrido en más de una ocasión.

Dado el golpeteo que enfrenta el fiscal Uriel Carmona y ante el eventual proceder legal de la Fiscalía General de la República se puede pensar que su estancia al frente de la dependencia estatal estaría llegando a su fin. La destitución del fiscal corresponde a los diputados, pero al tratarse de un caso de encubrimiento la FGR podría actuar legalmente y anticiparse a lo que opinen los legisladores, lo cual de facto sacaría a Carmona Gándara de la FGE Morelos aún con la protección del congreso.

En política no hay victorias ni derrotas absolutas; hace unas semanas observábamos el golpe que dio el congreso al ejecutivo con la eliminación de la cláusula de transferencias en el presupuesto y hoy hablamos de una crisis muy severa en uno de los aliados clave de los diputados. Mañana puede ocurrir otra cosa que vuelva a cambiar el escenario.

Por conveniencia personal y congruencia pública los representantes populares deberían marcar distancia del fiscal y evaluar su permanencia, porque no importa las justificaciones, el encubrimiento de un asesino es evidente y no hay excusa legal ni perdón de Dios ante un acto de esta naturaleza.

Los días de Uriel Carmona Gándara como fiscal general de Morelos parecen estar contados, pero dependerá del congreso que este tsunami se quede en la dependencia o los incluya en un tema muy grave, doloroso y escandaloso que ha acaparado la atención nacional y sobre el cual la sociedad en general exige justicia.

A esta altura de las cosas no basta ver qué hizo la fiscalía en el caso de Ariadna, es imprescindible que se revise la actuación en general de la dependencia en todos los asuntos que han pasado por sus manos.

Ahora se entiende porqué el fiscal no aprobó su último examen de control y confianza.

·         posdata

El manejo de la ciudad se le está yendo de las manos al presidente municipal de Cuernavaca; el bloqueo de trabajadores del sistema de agua por falta de pago no es un asunto menor, ni tampoco el único problema que enfrenta José Luis Urióstegui.

La falta de control en su equipo de trabajo es evidente y se refleja en la percepción que la ciudadanía tiene de su administración; la imagen respetable y apreciada que se tenía del abogado poco a poco se transforma en una percepción de complicidad, de incapacidad y de falta de talento.

Aunque el problema financiero es un asunto muy grave y heredado en el ayuntamiento de Cuernavaca, el bajo nivel del equipo de gobierno y la carencia de liderazgo de José Luis Urióstegui se ha convertido en un problema más agobiante. Basta observar lo que ocurre en las secretarías de obras o de gobierno, donde es secreto a voces que se cobra por fuera, se ponen cuotas a inspectores, se extorsiona a quienes solicitan licencias y se pide comisión a las constructoras. En ambas se mezcla la ineptitud con la corrupción.

La buena estrella con la que llegó José Luis Urióstegui a la presidencia municipal se ha apagado, como el brillo de sus ojos; la gente ya no ve en él al hombre bueno, honorable y respetado que era una referencia como profesional del derecho, en su lugar ha quedado un político como todos, que repite los mismos errores y vicios de su antecesor y que puede tener el mismo final que Villalobos.

El problema del presidente municipal Urióstegui no es solo de recursos para trabajar, lo que no le permite salir adelante es la falta de carácter y su actitud.

·         nota

Hace poco más de tres semanas un juez de control ordenó prisión preventiva contra el exsubsecretario de evaluación y seguimiento de obra del gobierno estatal Sergio Beltrán Toto; desde entonces se encuentra recluido en el penal de Atlacholoaya.

Beltrán Toto no fue un funcionario cualquiera en el gobierno pasado, era el principal operador del gobernador Graco Ramírez y uno de los hombres fuertes en la campaña de Rodrigo Gayosso, junto con Andrik Ruíz de Chávez, Armando Sanders, Jorge Michel y Alexis Ayala.

El proceso que mantiene tras las rejas al exfuncionario es la adjudicación incorrecta del contrato de obra del museo Juan Soriano, pero a la par de ello existen varias decenas de expedientes que el gobierno estatal tiene en su contra, particularmente por el manejo de los recursos de la reconstrucción.

Hace unas semanas la representación legal de Beltrán Toto solicitó que se revisara su caso y valoraran la reclasificación de su delito, hecho que lo llevó a la cárcel; el juez analizó la solicitud y determinó que el acusado debe continuar en prisión.

Cuentan los que saben que el exgobernador Graco Ramírez ha tratado de interceder políticamente a favor de su operador estrella, pero lo ha hecho con mucho cuidado para no aparecen en escena. Al tabasqueño le preocupa que Beltrán Toto se desespere y solicite el criterio de oportunidad, porque ello podría traer consecuencias legales para él, para su esposa Elena y sus hijos José Domingo Ramírez y Rodrigo Gayosso.

Sergio Beltrán Toto, dicen, hizo mucho dinero en el proceso de reconstrucción, pero no lo hizo solo. Muchos de esos recursos se fueron a la bolsa del exgobernador y a la campaña del 2018.

·         post it

El feminicidio de Ariadna se ha convertido en un tema de agenda nacional con la jefa de gobierno de la Ciudad de México como figura principal.

Claudia Sheinbaum encabeza la crítica contra el fiscal de Morelos por su proceder y ha acusado a Uriel Carmona de proteger a un feminicida. Lo mismo dice el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Una vez más las acciones más contundentes contra la corrupción, contra la delincuencia y contra la impunidad vienen de fuera de nuestro estado. Aquí nadie le sigue el ritmo a la jefa de gobierno.

Los actores locales, todos, nos han quedado a deber en la exigencia de justicia.

·         redes sociales

Desde la tarde del martes un grupo de trabajadores del sistema de agua potable de Cuernavaca cerraron la vialidad en El Tunel; el miércoles al medio día un sujeto acudió al lugar y realizó varios disparos al aire, amagando a los manifestantes.

Los hechos ocurrieron justo cuando en el sitio se encontraba la secretaria de seguridad de Cuernavaca Alicia Vázquez Luna.

El agresor huyó.

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