Serpientes y escaleras - Acuerdos
En opinión de Eolo Pacheco
El camino a la gubernatura en el 2024 pasa por los acuerdos políticos y sociales.
Acuerdos
El camino a la gubernatura del 2024 empieza con la postulación, pero pasa por la construcción de acuerdos que permitan al abanderado concretar el triunfo en las urnas. La que viene será una campaña intensa, llena de ataques, en medio de un escenario local complejo y con una alta posibilidad de crisis dentro del partido que aventaja en las encuestas. Todos los que aspiran a suceder a Cuauhtémoc Blanco en el ejecutivo tienen que comenzar desde ahora a construir acuerdos que eviten sorpresas.
La elección para decidir quién será el nuevo gobernador de Morelos será en dieciocho meses; antes de eso se debe publicar la convocatoria de los partidos para que los interesados participen en el proceso interno, luego se levantarán las encuestas para medir la rentabilidad de los aspirantes, la definición del candidato, la construcción de un equipo y finalmente el diseño de la campaña.
En el caso del Movimiento de Regeneración Nacional se debe tomar en cuenta, además, el nombramiento de un gobernador sustituto, porque Cuauhtémoc Blanco ha confirmado que tiene interés en volver a competir por un nuevo cargo de elección popular y ello implica que dejará la gubernatura después del primer semestre del 2023.
El jefe del ejecutivo morelense es pieza toral en la historia de la sucesión, no solo porque en él recae la responsabilidad del gobierno estatal, sino por la cercanía que tiene con el presidente Andrés Manuel López Obrador, con el dirigente nacional de Morena y la fuerza que tendrá en el proceso del 2024.
La oposición tiene claro el rol del futbolista y a partir de ahí ha centrado su plan de ataque contra el mandatario y contra su gobierno; de la misma manera contemplan lo concerniente al relevo en su cargo cuándo él solicite licencia. Explico: el proceso legal que conlleva la separación del gobernador y el nombramiento de un nuevo titular del ejecutivo estatal está en la cancha del poder legislativo y depende de las dos terceras partes del parlamento, justamente los quince votos que en este momento tiene la oposición.
Antes de presentar su solicitud de licencia Cuauhtémoc Blanco deberá considerar los escenarios que pueden derivar de ello en el congreso, tomando en cuenta la beligerancia de la oposición y el interés de algunos diputados de atacarlo. El americanista no puede abandonar el cargo sin tener la certeza de quien será su sucesor, porque de ello depende la tranquilidad que tenga en el futuro y el propio proyecto de Morena.
Veámoslo de esta manera: el congreso morelense tiene la facultad de nombrar a un gobernador sustituto con quince votos sin necesidad de una terna, es decir, con el control de las dos terceras partes de la cámara de diputados la oposición podría nombrar unilateralmente a quien sucedería a Cuauhtémoc Blanco, sin tomar en cuenta al gobernador, ni respetar el derecho de silla de su partido; ergo: sí así lo quisieran, el relevo en la jefatura del ejecutivo podría ser Agustín Alonso, Francisco Sánchez o cualquiera que voten los 15 diputados.
Esta situación es clave para el proceso electoral porque será un factor que influya de manera sustantiva en la contienda del 2024: no es lo mismo que el gobernador sustituto sea alguien imparcial que se dedique a cerrar el ciclo de la administración sin intervenir a favor de ningún candidato, a que llegue alguien con interés político que desde el ejecutivo orqueste una elección de estado que incluya la persecución y eventual sanción de Cuauhtémoc Blanco.
Observar y preparar el proceso electoral desde el gobierno estatal va más allá de la visión que individualmente tenga cualquiera de los candidatos, sobre todo los de Morena. La figura de Cuauhtémoc Blanco es llamativa por sí misma y de cara a la elección del 2024 será clave, aún cuando el futbolista ya no esté presente en la boleta local. Será a través de él, o contra él que la oposición intentará minar la fuerza de la Cuarta Transformación e impulsar el triunfo de alguien distinto.
Dialogar al interior del partido, con los precandidatos y con el gobierno federal es un paso inevitable para el Movimiento de Regeneración Nacional en el proceso de sucesión, porque es ahí donde se puede afianzar el triunfo o dar paso a una derrota.
Cuauhtémoc Blanco tiene un candidato propio, alguien con quien simpatiza y a quien le tiene confianza; precisamente por ello, para que su propuesta avance, necesita abrir canales de diálogo y negociación con todos los aspirantes morenistas, para que de manera conjunta se defina una estrategia de campaña que incluya el relevo en la gubernatura con alguien que no les juegue la contra desde el ejecutivo.
El panorama no es sencillo para los morenistas porque el cambio en la silla del ejecutivo les puede complicar las cosas; a esto se añade que hasta el momento no hay diálogo entre precandidatos, ni liderazgo partidista que marque pauta en el proceso electoral. Cada aspirante está haciendo lo mejor que puede para posicionarse, pero ninguno ha dado señales de querer acordar con los demás. Hasta el momento ninguno parece estar consciente de lo que puede derivar del proceso de relevo en la gubernatura cuando Cuauhtémoc Blanco pida licencia.
La popularidad personal, el apoyo político del gobernador y del presidente de México, y la ventaja que conceden las encuestas a los candidatos de Morena es importante, pero lo es también el diálogo político entre precandidatos, entre actores de poder de la cuarta transformación y con figuras públicas que intervendrán en la sucesión, porque de ello dependerá la manera como se desarrolle la contienda.
Ganar el 2024 no es tan sencillo como algunos morenistas piensan.
· posdata
La confirmación por parte de la Fiscalía General de la República de que la joven Ana Karen fue privada de la vida a golpes y no murió por broncoaspiración, como lo sostiene la Fiscalía General de Justicia de Morelos, abre de nueva cuenta el debate sobre el encubrimiento que Uriel Carmona Gándara habría dado a un feminicida. Si las autoridades de la capital deciden acusar al fiscal morelense, existe una ruta jurídica que puede derivar en su salida de la FGE morelense, pero la última palabra la tiene el congreso local. El presidente Andrés Manuel López Obrador, la jefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum y el gobernador Cuauhtémoc Blanco quieren que Uriel Carmona Gándara se vaya, pero los legisladores de oposición no.
Sí la fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México decidiera imputar algún tipo de responsabilidad al Fiscal General del Estado de Morelos por el feminicidio de la joven Ana Karen, sería necesario que primero solicite su desafuero ante la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión en términos del artículo 111 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que señala:
… Para poder proceder penalmente por delitos federales contra los ejecutivos de las entidades federativas, diputados locales, magistrados de los Tribunales Superiores de Justicia de las entidades federativas, en su caso los miembros de los Consejos de las Judicaturas Locales, y los miembros de los organismos a los que las Constituciones Locales les otorgue autonomía se seguirá el mismo procedimiento establecido en este artículo, pero en este supuesto, la declaración de procedencia será para el efecto de que se comunique a las Legislaturas Locales, para que en ejercicio de sus atribuciones procedan como corresponda.
Las declaraciones y resoluciones de la Cámaras de Diputados y Senadores son inatacables.
El efecto de la declaración de que ha lugar a proceder contra el inculpado será separarlo de su encargo en tanto esté sujeto a proceso penal. Si éste culmina en sentencia absolutoria el inculpado podrá reasumir su función. Si la sentencia fuese condenatoria y se trata de un delito cometido durante el ejercicio de su encargo, no se concederá al reo la gracia del indulto.
Lo anterior es derivado de que la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Morelos establece en su artículo 79-A lo siguiente:
ARTICULO *79-A.- El ejercicio de las funciones del Ministerio Público se realizará por medio de la Fiscalía General del Estado de Morelos, como órgano constitucional autónomo, dotado de personalidad jurídica y de patrimonio propios. Su Titular será el Fiscal General del Estado.
En virtud de lo anterior, para poder presentar ante un Juez al Fiscal General del Estado de Morelos para intentar imputarle algún delito, será necesario la declaración de procedencia por parte de la Cámara de Diputados federal, quien deberá comunicarlo al Congreso del Estado de Morelos para que en ejercicio de sus atribuciones proceda como corresponda.
Es aquí donde el fiscal Carmona tiene su mejor defensa, porque si los diputados locales no hacen la declaración de procedencia, no hay otro camino jurídico para su destitución y todo el problema y presuntas irregularidades cometidas en el caso de Ariadna Fernanda quedaría en el terreno de lo político, con un desgaste mediático, pero sin que ello derive en su remoción del cargo.
La única vía que tendrían los adversarios y críticos del fiscal morelense para impulsar su salida es la presión política ejercida desde el gobierno federal a través de la secretaría de gobernación, como ya ha ocurrido. Hasta el momento todos los intentos para tratar de obligar al fiscal de Morelos a abandonar el cargo han resultado inútiles porque los legisladores locales son sus aliados y pase lo que pase, mientras esa circunstancia no cambie, Uriel Carmona continuará al frente de la FGE.
Ergo: aunque se comprobara la supuesta protección que el fiscal morelense brindó a un feminicida, no habrá consecuencias legales sí el congreso local lo protege. Y obviamente lo va a hacer.
· nota
La directora de la Lotería Nacional fue la primera en ser observada por presuntos actos anticipados de campaña; a finales del año pasado aparecieron anuncios y publicidad de Margarita González Saravia en un evidente intento por posicionarla de cara a las encuestas de Morena y ello dio pie a una denuncia en su contra.
La dama se deslindó de la propaganda desde diciembre, pero nadie le creyó; la estrategia desplegada en torno a su nombre y rostro fue burda, poco profesional y sin tomar en cuenta las consecuencias que habría; en lugar de ayudarla la perjudicaron. Aunque Margarita es una mujer decente y una buena propuesta para el 2024, la torpeza de sus asesores la desgasta; si quiere ganar la candidatura necesita un mejor equipo.
El reto para los precandidatos de la 4T a la gubernatura de Morelos es crecer en percepción, porque la encuesta es la vía para obtener la gubernatura; lograr esto no es sencillo ni rápido y en un ambiente tan competido como el actual, se requiere de habilidad no solo para posicionar un nombre, también es fundamental hacerlo rentable.
“Que hablen de ti, aunque sea mal” dejó de ser un buen argumento propagandístico desde hace mucho tiempo.
· post it
En dos de los veinte diputados locales existe el interés de encabezar una candidatura de oposición al gobierno de Morelos en el 2024.
¿Están seguros de que su estrategia es la correcta?
· redes sociales
La buena: mejoró la percepción de inseguridad en México.
La mala: empeoró en Cuernavaca.
La peor: a la jefa de la policía no le importa lo que diga la gente.
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