Seguiremos Presos
En opinión de César Daniel Nájera Collado
Hace más de un año escribí un artículo en relación al caso de Julián Assange. Él es fundador del sitio web Wikileaks, página que publicó cuatrocientos mil reportes sobre la guerra de Irak, noventa mil sobre la guerra en Afganistán, ochocientos desde la prisiónn de Guantánamo y más de doscientos mil cables diplomáticos redactados en varias partes del mundo, todo relacionado al gobierno estadounidense. Desde entonces se ha librado en Londres un juicio de extradición en contra del activista, reanudado este lunes después de la pandemia, y del cual se presume que, de ser extraditado, Estados Unidos condenaría a Assange por 175 años de cárcel.
Nuevamente, llega la hora de reflexionar y notar las ambigüedades en torno a lo que consideramos “libertad de expresión”. Al parecer, esta solo es aceptada cuando no incomoda a las hegemonías. La frase de “matar al mensajero” resuena más fuerte que nunca; está siendo juzgado quien denuncia los crímenes contra la humanidad. Y si Assange termina condenado a cadena perpetua, será una prueba más de que la supuesta “hiperlibertad” que promete el desarrollo informático no es más que un espejismo, e incluso, que este último es un mecanismo de control más.