Productos del campo como el Bule y Chiquihuite debe ser reactivados
Productos del campo como el Bule y el Chiquihuite, se necesitan reactivar por estar en el olvido de las nuevas generaciones, indicó Miguel Ángel Ramos, campesino de Xoxocotla.
En entrevista, Miguel ángel, comentó que se necesitan dar a conocer más estos productos, ya que jóvenes desconocen la producción del campo morelense, y por ende, se detiene la economía al obtener poca venta, en el caso del Bule y Chiquihuite.
El campesino, quien se dedica al campo desde hace más de 40 años, señaló que la cultura y la tierra morelense debe mostrarse a todo público, para no perder la identidad que nos caracteriza como morelenses
“Me siento orgullo de mis raíces, de mi tierra y lo hago con mucho gusto para continuar con las tradiciones heredadas”, expresó.
La escasez del agua es un golpe fuerte para quienes producen de su propia tierra, al grado de que afecte al cultivo de las hectáreas que cosechan, uno de ellos para la creación de los bules, que no han obtenido la suficiente agua para su creación y el tamo que requieren.
En el caso de los chiquihuites, canastos que tradicionalmente se utilizan para almacenar las tortillas, desde la época de Hernán Cortés, y que lamentablemente por la invasión de los productos chinos, su venta ha disminuido y ha perdido identidad al no ser comprados ni usados como ancestralmente lo hacían.
Para la elaboración de los chiquihuites, Miguel Ángel Ramos, campesino de Xoxocotla, explicó que el carrizo 100 por ciento natural, lo toman de las orillas de los canales y de los ríos, deben estar en un término medio para prestarse a la dobles y a la flexibilidad, como punto clave para que se logre y no se rompa.
Productores morelenses esperan que las nuevas juventudes conozcan y no pierdan el interés de saber sobre estos productos, elaborados por la tierra morelense, para valorar y visualizar esta riqueza natural del pueblo mexicano.
Por la disminución de ventas, campesinos han tenido que bajar los precios de los bules y de los chiquihuites, por lo que, se ha desvalorizado el trabajo que realizan los campesinos y productores artesanales morelenses.