Presenta denuncia Enrique Paredes Sotelo en contra del alcalde Antonio Villalobos

Dicha denuncia, dice el abogado, es por la posible comisión de los delitos de peculado, intimidación y abuso de autoridad.

Presenta denuncia Enrique Paredes Sotelo en contra del alcalde Antonio Villalobos

Derivado de las imputaciones que, sin fundamento alguno, el Presidente Municipal de Cuernavaca, Francisco Antonio Villalobos Adán, ha hecho de manera pública a mi persona, mediante un vídeo que circula en las redes sociales, producido con recursos públicos, el día de hoy he presentado una denuncia en su contra, ante la fiscalía especializada en combate a la corrupción, por la posible comisión de los delitos de peculado, intimidación y abuso de autoridad.

La afirmación difamatoria que en ese vídeo hace el alcalde de Cuernavaca, culpándome, sin razón alguna, de todos los males que aquejan a Cuernavaca, no es más que una distracción para eludir su responsabilidad.

La verdadera causa de los males que aquejan a nuestra Ciudad, es la notoria y evidente incapacidad de Antonio Villalobos para administrarla.

No es posible que ponga como pretexto la deuda pública recibida, cuando la administración municipal 2012 - 2015, en la que tuve la oportunidad de colaborar, recibió el Ayuntamiento con más de 2,500 millones de pesos de deuda, casi mil millones de pesos más de la deuda actual de Cuernavaca.

A pesar de esa enorme deuda, nunca se llegó a los extremos en que Villalobos tiene a Cuernavaca, es más, al término de esa administración, la deuda se había reducido en 1,300 millones de pesos, gracias a una administración racional, austera y eficiente del gasto público.

En lugar de eso, la administración municipal de Antonio Villalobos se ha caracterizado por el dispendio y la corrupción.

No es posible que, a pesar de las condiciones económicas por las que atraviesa el país, en lugar de reducir el gasto corriente, se haya incrementado.

Al 2015, la nómina del ayuntamiento era de 490 millones de pesos anuales, hoy, como lo ha reconocido el alcalde, rebasa los 700 millones de pesos anuales.

Hoy los habitantes de Cuernavaca pagamos una nómina municipal 50% más cara, sin que ese incremento se haya traducido en mejores servicios públicos o en una administración más eficiente, si no todo lo contrario.

Con funcionarios con salarios de más de 50 mil pesos mensuales y miembros del cabildo que gozan de préstamos de hasta 300 mil pesos, con cargo al erario, no habrá presupuesto que alcance.

Con gastos de representación para funcionarios y miembros del cabildo, que en conjunto suman miles de pesos, tampoco.

Con una plantilla laboral inflada para pagar compromisos políticos y armar una estructura para la reelección que busca el alcalde, menos.

No es posible que, en lugar de que el alcalde, sus compañeros del cabildo y sus funcionarios, se ajusten el cinturón, se prefiera sacrificar a la base trabajadora, reteniéndoles sus quincenas y negándoles el incremento salarial al que tienen derecho.

Ningún presupuesto municipal puede resistir la voracidad y el dispendio, como al que está sometido el ayuntamiento de Cuernavaca.

Ahí están las causas del deterioro de Cuernavaca.

Si el alcalde quiere buscar culpables, que se mire en un espejo.

Cómo originario y vecino de esta ciudad, me indigna el estado en que Antonio Villalobos administra la capital y tengo plena confianza en que, la denuncia que he interpuesto sea procedente y contribuya a librar a la capital de un alcalde tan corrupto como inepto.