Preocupación por adultos mayores que son víctimas de la delincuencia
El problema es que los familiares no acompañan a esas personas
Cuautla, Mor.- Luego de que personas de la tercera edad han reportado que han sido víctimas de delincuentes que han “tallado” sus tarjetas en donde cobran lo que les corresponde del programa de 68 y más, en los cajeros automáticos ubicados en la Plaza “Los Atrios”, y en la unidad habitaciones de Manantiales, ubicadas al norte de la ciudad, se ha pedido a la población que acompañe a sus familiares de 60 años y más.
Luis Felipe Ríos Reyes, director de Prevención del Delito de Cuautla, observó que el problema es que los familiares no acompañan a las personas de la tercera edad para que puedan sacar el dinero de sus tarjetas. Los delincuentes, abundó que están al pendiente de que las personas de 60 años y más entren a los cajeros automáticos para aprovecharse de ellos, ofreciendo su ayuda para que no “tengan problemas con los cajeros”.
Dijo que la mayoría de las personas que reciben pensión o el apoyo de programas federales como el de 68 y más, no pueden hacer los retiros del dinero de los cajeros automáticos, “es ahí en donde los delincuentes se aprovechan para presuntamente ayudarlos”. La realidad, detalló que lo único que buscar es “tallar” las tarjetas, para cambiarlas de manera inmediata y así como el robo o el fraude en contra de las personas de la tercera edad.
Expresó que se debe de tener en cuenta que las personas mayores requieren el apoyo de parte de los familiares para poder acceder al dinero que les es depositado, por lo que pidió que los ayuden y así evitar que sean víctimas de los delincuentes. “No se puede precisar quiénes son, porque lo mismo es una mujer joven que hace el supuesto apoyo, y una vez cometida su fechoría sale tranquilamente sin que nadie la detenga.
De igual manera, precisó que en otras ocasiones es un matrimonio el que presuntamente auxilia a la persona mayor, “lo hacen de esa manera para que ya sea que la mujer haga la distracción o sea su acompañante”. De nada sirve que haya cámaras de video vigilancia, porque ya saben que son observados, por eso mismo no miran a las cámaras, saben esconder los rostros para no ser debidamente idenificados”.