Odio y distorsiones
En opinión de César Daniel Nájera Collado
La semana pasada, el doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, confirmó a través de su cuenta de Twitter que había dado positivo a Covid-19. Las reacciones con respecto a este suceso no se hicieron esperar, y la verdad es que cabe comentar algunas cosas en torno a ellas.
Primero, es sorprendente la cantidad de mensajes de odio y violencia en contra del subsecretario. Que su trabajo, así como el de toda la administración, esté dejando mucho que desear, no significa que merezca problemas de salud; nadie los merece. Pocas cosas son más deplorables que el regocijarse a causa del malestar de una persona, sin importar que esta haya desempeñado su labor pobremente. Nadie es más o menos humano que otro. Si nos empezamos a regir mediante esta lógica, ¿qué nos impedirá que después hagamos juicios de valor basados en el racismo, la homofobia, etcétera?
Segundo, hay una imagen circulando en redes donde aparece el mismo doctor siendo vacunado. Diversas personas la han sacado de contexto, mencionando que estaba recibiendo la dosis contra el Covid-19, y así ponían en duda la eficacia de la vacuna. El director de Epidemiología, José Luis Alomía, ya salió a aclarar que tal fotografía corresponde a cuando López-Gatell fue vacunado contra la influenza el año pasado, y de hecho en el fondo de tal retrato se observa una leyenda que lo confirma. Es importante evitar tales distorsiones de la realidad para así no generar desconfianza con respecto al único remedio que existe para este mal que ha venido a afectar a todos.