Observador político - ¿La LV, la peor Legislatura de Morelos?
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
Los logros alcanzados por los diputados de la actual Legislatura en los primeros tres meses se fueron por el caño de la basura tras mostrar el cobre y sus ambiciones de poder político y económico. Hoy, es indudable el grave enfrentamiento en el que están metidos sin importarles tener secuestrado a Morelos y a la población que, cansada, exige resultados inmediatos a quienes cobran más de 100 mil pesos mensuales.
ENTRAMPADOS.- En medio de un ambiente raro, extraño, con señalamientos y vínculos con personajes deshonestos que tal parece practican actividades ilícitas, está el Congreso de Morelos sumergido en un grave conflicto político, dónde sus integrantes de la Legislatura LV rechazan ceder en ese apetito voraz que han demostrado a solo cuatro meses. Ni el grupo de los 12 ni el G8. Cada uno busca sus intereses económicos y políticos. Andan desde ahora en campaña con miras al proceso electoral el 2024.
Y digo que ninguno de los dos bloques legislativos quiere ceder, primero, porque el G12 integrado por el PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza asegura que a ellos lo respalda la legalidad, lo mismo que argumenta el grupo contrario y cuya cabeza es Morena y sus aliados son: Partido del Trabajo, Encuentro Social y Redes Sociales Progresistas.
En año difícil para México y para Morelos en particular por el virus SARS-CoV-2 que se ha incrementado de manera alarmante, además del desempleo por empresas como NISSAN que despidió a cerca de mil empleados, al igual en las dependencia de gobierno municipal con la conclusión de sus administraciones parece no afectarles en lo absoluto a los legisladores, quienes muestran sus enconos y divisiones cada vez más en lugar de estos vayan disminuyendo. Es decir, el odio y la división se incrementan de una forma grosera, sin importarles en lo absoluto a las personas que dicen representar y que son quienes les dieron no solo su voto sino su confianza para alcanzar una curul en el Poder Legislativo.
El agandalle, los actos de revanchismo político se dan en los dos grupos. El que tiene el control económico y político es el de Francisco Sánchez Zavala, ex alcalde de Yecapixtla, quien junto con los ex ediles Agustín Alonso Gutiérrez, Luz Dary Quevedo así como Alberto Sánchez, de Yautepec, Tetecala y Xochitepec, así como Julio César Solís, dirigente del Partido Movimiento Ciudadano, decidieron arbitrariamente recortar el personal de la mayoría de los legisladores del G8. Es decir, decidieron de forma miserable y abusiva no pagarles sus salarios a los trabajadores ni sus prestaciones laborales como fue lo del aguinaldo, como venganza por prestar sus servicios profesionales a los legisladores de Morena, Partido del Trabajo, Encuentro Social y Redes Sociales Progresistas.
ACUERDOS EN LO OSCURO.- En los últimos días trascendió que el grupo mayoritario de parlamentarios han tenido acuerdos y reuniones con algunos de sus contrarios, con la finalidad de hablarles bonito y buscar alternativas de solución para resolver la grave, gravísima parálisis legislativa que no se tuvo de esta magnitud en la Legislatura pasada. Por ello, se menciona, sin que hasta el momento haya fructificado, convencer mínimo a dos representantes populares más del grupo de los ocho para alcanzar los 14 sufragios y con ello, aprobar cualquier reforma constitucional que hasta el momento no han podido por estar imposibilitados para ello.
Algunos nombres que se mencionan de las legisladoras con las que al parecer están intensificando el diálogo, en búsqueda de destrabar el entrampado en el en el que ellos mismos se metieron y qué los ha dejado mal parados ante la sociedad, es la oriunda de Jiutepec, Ariadna Barrera y la originaria del pueblo de Cuentepec, del municipio de Temixco, Macrina Vallejo. Pero hay otros prospectos con quienes están intentando atraerlas por si el plan A les falla, en aras de superar la barrera de los 14 votos y enfrentar cualquier circunstancia legislativa con miras no a este año sino al 2024.
No hay diálogo, no hay acuerdos porque ninguno de los dos bloques, tanto el de los 12 y el de los 8 quiere dar su brazo a torcer. Y eso que apenas está empezando esta legislatura.
LA PARÁLISIS LEGISLATIVA MÁS FUERTE QUE NUNCA.- Aunque en lo jurídico perdieron el primero raund, luego de que les fueron desechados sus juicios de amparo que promovieron para recuperar las presidencias de las comisiones legislativas que les retiraron a once legisladoras, en lo político se fortalecerán porque el G-12 no alcanza la mayoría de sufragios y no podrán hacer absolutamente nada para continuar con sus actividades legislativas.
Hay que recordar que a finales de diciembre cuando les quitaron sus comisiones, se les impidió entrar al recinto legislativo, en un acto gansteril en el que incurrió Francisco Sánchez Zavala, y pese a que tuvo un primer triunfo, no tendrán facultades ni alternativas para avanzar porque están entrampados, más porque se definió que la legalidad del pleno, particularmente en la votación donde participaron 11 diputadas y diputados.
Las Comisiones que les retiraron fue: El de la Juventud y Reforma Política a Mirna Zavala Zúñiga, del PES; y la de Educación y Atención a la Diversidad Sexual a Edi Margarita Soriano Barrera, de Morena.
Dicen que amor con amor se paga. Y lo que les hicieron los diputados municipalistas al bloque de las ocho, se les intentaron aplicar la mañana de ayer, al aprobar el regreso de las comisiones y la Junta Política y de Gobierno del Congreso, sin embargo, ni tarde ni perezoso, decidió salirse Paco Sánchez y Luz Dary Quevedo, mostrando su indignación por lo que ellos hicieron y que ahora intentaron regresárselas. Al final no les salió pero el tema sigue candente.
Mientras ellos siguen peleados pero cobrando su jugoso salario económico y sus dietas que superan los 100 mil pesos, los presidentes municipales que exigen se realice el análisis y aprobación de sus Leyes de Ingresos están atorados hasta que a los legisladores se les ocurra ponerse de acuerdos y resolver el conflicto en el que ellos por sus ambiciones desmedidas tanto en lo político como en lo económico.
Además de que decenas de personas que están esperando les aprueben sus procesos de jubilación, una vez que ya cumplieron sus años de servicio y la entrega de la documentación pero que están congeladas porque simplemente, no han decidido llegar a un acuerdo satisfactorio entre los 20 parásitos que cobran como diputados en el Congreso de Morelos.
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