Nosotros - ¿Morelos, rumbo a la desaparición de poderes?

En opinión José María Román Román

Nosotros - ¿Morelos, rumbo a la desaparición de poderes?

Todos los elementos, poco a poco, como un rompecabezas, comienzan a unirse. El poder Ejecutivo está metido en una dinámica de ineficiencia y conflicto con los demás poderes que prácticamente se está haciendo ingobernable el estado. Cuauhtémoc Blanco es un gobernador, que no gobierna, que el verdadero poder del Ejecutivo está en las a veces discretas manos de un español nacionalizado mexicano que poco sabe de política y con un hermano incómodo que comienza a dejar opacado a Rodrigo Gayosso, el hijastro perverso de Graco. El gobernante de hecho ya no se sabe quién es, si el señor Manuel Sáenz o  Ulises Blanco, también llamado Ulises Bravo Molina, el hermano incómodo.

El poder judicial se hace pedazos a la vista de todos. Es una lucha encarnizada que ya prácticamente está en manos de los tribunales federales. Se dan con todos los señores magistrados y al parecer, todo se vale. Ahí, una Presidente nepotista se aferra al poder, una Graquista consumada que antepone su creencia religiosa personal a la función pública laica que exige su cargo y que quiere seguir manejando la justicia. Mescla deliberadamente lo uno con lo otro para mostrar que puede más su liderazgo dizque cristiano que su función pública en un estado que debe permanecer al margen al menos en teoría de las religiones. Tiene esta señora todas las de perder y se aferra; en apariencia hizo un trato con Graco para ensañarse con el futbolista ahora gobernador, antes presidente municipal a fin de evitar su llegada a la gubernatura y le falló. Apostó a la política por unos pesos que significaba la permanencia por 20 años en la magistratura y el cielo se le vino encima cuando el enemigo de Graco, hoy gobernador, salió inmune y bien que mal, más mal que bien desde luego, gobierna al estado. El poder, será el poder, así como los ambiciosos serán ambiciosos aun cuando el precio a pagar es, como lo demuestran los hechos, gravemente dañinos a la sociedad. La Presidente del TSJ Verónica Cuevas, que ya no es Presidente o en su caso Presidente espuria está conflictivando al más sensato de los poderes. Hay serias acusaciones y actos de esta señora que deterioran la imagen de seriedad y respeto que debe tener este poder que es el árbitro del resto de los poderes. A politizado la justicia al haberse metido a los intereses del resto de los poderes y no conservar esa neutralidad vital para la buena marcha de la gobernabilidad del estado. Un error gravísimo el seguir conservándola en el poder y otro error grave romper las reglas de la ley desde el dominio de los que la interpretan. Al respecto la ley le fija un término y querer sostenerse en el cargo después de los términos que los legisladores fijan en las leyes argumentando chicanas legales, dice mucho de una pésima imagen de un poder o en su caso de la titular de un poder que por su naturaleza debe evitarse. El conflicto es grave porque han salido a relucir serios actos de nepotismo y corrupción.

El otro poder, el legislativo que entre bambalinas seguramente se ríe del enredo de lo que acontece al poder judicial y al ejecutivo es igualmente cuestionado en sus legisladores, muy cuestionado por su pasividad, por su también corrupción anunciada y jamás plenamente aclarada como en el caso de Tania Valentina, la diputada que dispuso para sí de millonaria cantidad de dinero del presupuesto para una organización sin fines aparentemente no lucrativos pero que sangra de los impuestos de los morelenses. Claro, es una actora política, pero no es precisamente la prudente actora política sensata, moderada, analítica, justa y reflexiva, sino todo lo contrario. Los conflictos al interior del congreso tampoco cantan mal las rancheras, mientras tanto…

La delincuencia campea a toda máquina como lo reflejan los recientes asesinatos que fueron públicos, en horas  de mucha actividad empresarial, en las narices del gobierno y con la total impunidad, caso Lido, caso Estrella de Oro, caso lote de autos de Las Palmas por decir los más sonados. Dicen que hay fiscal en el estado, un tal señor de apellido Carmona, pero solo se le conoce por las declaraciones públicas, difusas, vagas y Cantinflescas sobre la delincuencia no por sus sesudas investigaciones de persecución, castigo y consignación de delincuentes y asesinos. Normal hasta cierto punto por lo que se mira, su chamba es proteger la espalda de Graco y asociados porque de investigar, ni por donde se le ocurra, me imagino que no sabe de eso. El titular de la prevención del delito (Comisionado de Seguridad Estatal), un viejo militar retirado José Antonio  Guarneros, solo presume las palabras y jura que no tolerará lo que todos los días tolera, la impunidad, que prevendrá lo que no previene, los delitos. Por cierto, el último evento de cambio de poderes, aunque sea parcial y por mucho menos de lo que hoy nos pasa ocurrió hace ya más de 20 años con el General Jorge Carrillo Olea, hoy hay más causales y no faltará quien encabece este movimiento o eso creo que pasará, cómo que ya viene siendo hora.

Mientras esto pasa, usted y yo, nuestros hijos, nuestros padres, nuestras familias rezan todas las noches junto con el obispo de Cuernavaca Ramón Castro Castro para que no nos alcance una bala perdida y no tan perdida y seamos uno más de los daños colaterales que tanto alcanzan a presumir en el gobierno cuando de inocentes se trata. Dios nos agarre confesados, porque lo que es el gobierno….na, nay.