No se quería fugar, ¡lo torturaron!
Esposa de Antonio “N” tilda de “mentiras” afirmaciones del coordinador de Reinserción Social. Después de una semana, le permitieron ver a su esposo, quien aún tiene huellas de los golpes. A cambio del silencio, ofrecen “comisiones” al afectado.
Mediante una entrevista exclusiva, la esposa del presunto torturado denunció que éste había sido objeto de tortura al interior del penal de Atlacholoaya, reviró las afirmaciones del coordinador Reinserción Social, Jorge Ponce de León Bórquez, afirmando que “son mentiras y quisieron aparentar un escape”.
La esposa de Antonio “N”, señaló que lo que las autoridades han afirmado en los últimos días solo son inventos, y que posee las pruebas fehacientes de que “[su esposo] jamás intentó escapar, no había modo”, asegurando que todo fue un invento para justificar la golpiza a la que fuera sometida su pareja.
“Que las autoridades den la cara, le comprueben el intento de fuga por el cual golpearon a mi esposo, siendo que hay filtros de seguridad, hay custodios y no tiene ninguna herramienta como para intentar abrir la celda o romper algún barrote, no hay manera en que pudiera escaparse”, insistió la quejosa.
Aunado a lo anterior, agregó “no estoy tranquila, tengo miedo de que un día lo maten y lo hagan parecer como un suicidio o una riña, o que se intentó fugar y se cayó”, y aseguró lo siguiente “llegaré hasta donde tenga que llegar, no quiero que mis hijas se queden sin su padre, no se vale”.
Fue hasta ayer que la mujer logró tener contacto personalmente con su esposo, quien aún presenta vestigios de los golpes a los que fue sometido en días pasados, de los cuales podría tener secuelas en lo futuro.
Las condiciones y el ofrecimiento.
La señora aseguró que las condiciones en que lo mantienen no han cambiado, ya que sigue durmiendo en el concreto, sin ningún tipo de abrigo más que la ropa que viste, le brindan un solo alimento al día y no tiene agua para el sanitario o para bañarse.
Aunado a las constantes visitas por parte de los custodios, quienes le ofrecen, a cambio de su silencio, una “comisión”, siendo ésta la venta de alcohol o droga entre los propios reos, algo que a decir de los afectados, es del completo conocimiento de Mirian Mireles Toledo, quien controla dicho mercado al interior del penal.
Autoridades omisas
La entrevistada aseguró que el personal de Derechos Humanos del Estado asignado al reclusorio, solo visitó a Antonio el día martes y realizó algunas anotaciones, sin que tomara evidencias fotográficas o en video sobre las lesiones que aun presentaba, en tanto que los exámenes médicos fueron realizados por el doctor penitenciario, quien solo “entrevistó” al recluso, sin revisión física del mismo.
Por último, la mujer expresó “hasta el momento, no ha existido ni un solo funcionario que nos brinde apoyo, independientemente de la pena que purgue mi esposo, no se merece ese trato, no es válido que mientan para mantener limpia su imagen, ya basta de esos abusos, estoy dispuesta a alzar la voz y llegar hasta donde tenga que llegar, él no se quería fugar, lo torturaron, y no debe quedar así nada más".