Me Dueles México! - sociedad Infame y Gobierno Ineficiente en un México decadente

En opinión de Alicia Vázquez Luna

Me Dueles México! - sociedad Infame y Gobierno Ineficiente en un México decadente

La violencia que se vive en México nunca había sido tan perversa con las mujeres y menos con los niños. Hoy vemos que la Alerta Ámber se activa sin descanso.

¿Dónde están esos niños y niñas?

¿Dónde están los desaparecidos?

¿Quién se los llevó?

¿Por qué se los llevaron?

¿Qué les hicieron?

 

Esas interrogantes vuelven loco a cualquier persona que no encuentra una explicación lógica, eficiente y oportuna.

 

Mucho se habla de protocolos, nada es como vivirlo. Aún no entendemos que cuando una niña o niño no aparecen o no están donde deberían de estar, inmediatamente al aviso de su desaparición se deben buscar con todo el equipo necesario y sin descanso hasta localizarlo.

 

La sociedad tiene mucho que aprender, mas nadie escarmienta en cabeza ajena. Muchas personas son indiferentes al dolor de aquellas familias que están destrozadas a punto de enloquecer por no saber a dónde se llevaron a sus niñas o niños, otras personas no se enteran. Los que se enteran opinamos sin saber ¿qué paso? Juzgamos sin sentido, sin razón, mientras las autoridades continúan en sus cargos sin ocuparse de la búsqueda para localizar a las niñas o niños y dar con los responsables.

 

Los chinos dicen que si quieres saber qué nivel de descomposición social tiene una Nación bastará con saber cómo maltrata a sus niños.

 

¡México decadente ¡

 

De nada sirve que la UNICEF hable de los niños y obligue la comunidad internacional a los Estados para crear la cartilla de los derechos de los niños, no sirven los protocolos, no sirven las organizaciones, no sirven los gobiernos, todos son corresponsables de las desapariciones de las niñas y los niños.

 

Hay cientos de niñas y niños que sin ninguna explicación continúan desaparecidos.

 

Los altos funcionarios gozan de muchos escoltas y cuando se pierde una niña o un niño no son capaz de enviar a los policías a buscarlos, no, ellos mantienen su estatus quo, como si los adultos fuéramos más importantes que los infantes.

 

Indigna la forma en que sacrifican a nuestros niños, no ha sido solo FATIMA, la niña a la que brutalmente le arrebataron la vida, hay una lista interminable sin una correcta investigación de parte de las autoridades.

 

Mucho se habla de una red de tráfico de niñas y niños incluso investigaciones de particulares han señalado las entidades federativas donde la trata, pornografía, tráfico, abuso sexual y homicidios son pan de cada día. Más ninguna autoridad ha intentado siquiera desarticular las mafias.

 

¿Competencia de la FGR? Si, como de todas las fiscalías estatales.

 

Si de delitos federales se trata, la Fiscalía General de la República nos debe mucho, sin descartar a la Policía Cibernética de la Comisión Nacional de Seguridad ésta sabe cómo buscar a aquellos que están metidos en la mafia de la trata y pornografía infantil.

 

Ineficientes resultados hasta el momento, sin despreciar los casos en los que han participado exitosamente, más tienen muchos casos pendientes por resolver. Si de pendientes se habla, la Fiscalía General de la República nos sigue debiendo muchas explicaciones de su omisión en estos casos.

 

¿Qué pasa con la Sociedad?

 

Nada, no pasa nada.

 

¡Se está acostumbrando a su decadencia ¡

 

Nadie ve nada, nadie sabe nada.

 

Una niña o niño o cualquier ser humano, no pueden desaparecer y hacer todos como si eso no ocurrió, no es un animalito, no es una cosa, es un ser humano. Nadie oye los gritos de un niño, nadie se da cuenta de que esa niña no es del barrio o esas personas que la tienen no son sus padres, como no oír los gritos de una niña que está siendo abusada sexualmente y torturada.

 

No, no vemos, no oímos, no sentimos.

 

Estamos todos en nuestro día a día. ¿Cuándo nos extraviamos?  No es el neoliberalismo, no es el comunismo, no es el capitalismo; es la carencia de valores del ser humano. Es el placebo que nos lleva a esta decadencia, lo material, lo pragmático.

 

Fátima como tantos niños seguramente nunca entendieron porque tanto dolor y menos porque tantos adultos en una sociedad fueron incapaces de salvarla o evitar el mal que le infringieron mentes perversas.

 

Lo más doloroso es que en breve lo olvidaremos y con el tiempo solo será citado por algunos para crítica, estudio o mal ejemplo en diversos campos de estudio. A esto apuestan casi siempre las autoridades para quitarse de encima las protestas, las críticas contra su incapacidad de que no quede impune este caso como otros miles en contra de las niñas y los niños.

 

Al menos cuiden a sus hijos. No pidieron esta forma de vida, ni siquiera venir a este planeta. Hagamos consciencia, apostemos por una sociedad responsable.

 

Donde quiera que usted se encuentre, guarde un minuto de silencio por respeto a nuestros niños y niñas víctimas del dolor que la maldad de los adultos le causaron y por nuestra incapacidad para evitar dicho mal.

 

A título personal se lo agradeceré hasta el último de mis días.