La educación y el derecho del acceso a la información
En opinión de Hertino Avilés
La educación es reconocida universalmente como un motor fundamental para el progreso social, el cual funciona a partir de impartir y compartir conocimientos, teniendo esto un papel indispensable en la transformación de las sociedades en diversos aspectos. Tales como el desarrollo económico, tecnológico y social, mejorando de esta manera la calidad de vida en los individuos, reduciendo las desigualdades y promocionando un desarrollo equitativo.
Es por eso que la educación juega un papel fundamental en el desarrollo individual y colectivo. Para que esto sea posible es necesario el uso de la información, pues está es crucial para el desempeño de la educación ya que constituye la base sobre la cual se construye el conocimiento. Es el conjunto de datos, hechos, conceptos y teorías que los educadores transmiten a los estudiantes a través de diversas fuentes como libros, medios digitales, investigaciones y experiencias prácticas. Al mismo tiempo, la información inspira nuevas ideas y descubrimientos al proporcionar a los estudiantes datos y conceptos que pueden reinterpretar o aplicar de manera innovadora. Esto impulsa la creatividad y el desarrollo de soluciones nuevas y efectivas para los problemas actuales y futuros.
A partir de lo ya expuesto, tenemos que el derecho a la educación y el derecho a la información están estrechamente interrelacionados y se complementan mutuamente ya que por un lado tenemos que; El derecho a la educación garantiza que todas las personas tengan acceso a oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal. Esto incluye no solo el acceso a instituciones educativas, sino también a recursos educativos y materiales que faciliten el aprendizaje continuo y la capacitación a lo largo de la vida, mientras que por otro lado; El derecho a la información apoya este proceso al asegurar que todos tengan acceso a la información necesaria para aprender y estar informados sobre temas de importancia y relevancia.
En resumen, el derecho a la educación y el derecho a la información son derechos interdependientes que juegan roles complementarios en el fortalecimiento de las sociedades, la promoción de la igualdad y la inclusión, para que los individuos puedan participar activamente en la vida democrática y en la construcción de un mejor futuro.