Juego de manos - Compromiso tibio

En opinión de Diego Pacheco

Juego de manos - Compromiso tibio

Esta semana observamos aterrados cómo el Amazonas ardía a pasos a acelerados, mientras que ningún medio de comunicación prestaba atención al problema. No fue hasta que superhéroes virtuales surgieron desde las redes sociales para alzar la voz y llamar por la salvación de este pulmón del mundo. Sería hasta después de muchas historias de Instagram, de peticiones en change.org y de publicaciones en Facebook que se daría a conocer dentro de los medios que, en efecto, el Amazonas estaba en llamas… pero también que la mayor parte de las fotografías compartidas con la etiqueta #PrayForAmazonas, no correspondían a los acontecimientos en Brazil, sino que eran imágenes sacadas de contexto y de otros desastres.

Esta es apenas la punta del iceberg, pues según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brazil (INPE) se han registrado más de 74,000 incendios en lo que va del año. Esto, de acuerdo con el ministro de Medio Ambiente brasileño, Ricardo Salles, se debe al clima seco, el viento y el calor que, en conjunto, han hecho que los incendios aumenten en todo el país; sin embargo, de acuerdo con el análisis de un investigador del INPE, los incendios son consecuencia del acto humano, específicamente de la deforestación utilizada por agricultores y campesinos para crear tierras aptas para la siembra de soya y el ganado.

Entonces surgió la duda, ¿qué hacer ante la tragedia, cómo podemos ayudar? La primera reacción fue hacer ruido, mucho ruido, para llamar la atención de las autoridades y de los medios que, o no se habían dado cuenta (qué es poco probable) o habían decidido ignorar (seguramente) lo que ocurría en Brazil. Aunado a ello, hubo quienes apostaban a hacer donaciones a organizaciones no gubernamentales dedicadas a la protección del medio ambiente. Sin embargo, ni los tweets ni los Piolínes han sido suficientes para resolver el problema.

A pesar de ello, no todo ha sido en vano, lo que sí se ha logrado es llamar la atención internacional hacia el problema, y a su paso causarle un dolor de cabeza al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien tras intentar minimizar el daño (y fracasar en el intento) ha desplegado a las Fuerzas Armadas a combatir el incendió y los crímenes ambientales que se cometan. Lamentablemente, esto llega muy tarde, pues los destrozos que ha causado el fuego han alcanzado niveles escalofriantes.

¿A qué voy con todo esto? A que la crisis medioambiental que se desarrolla hoy en el Amazonas no es consecuencia de un accidente, sino que tiene una causa especifica y, lamentablemente, una razón de ser. Para darle solución no es suficiente el interés cómodo y superficial que se le ha dado. Los problemas no se resuelven con tweets, las causas no se atacan con publicaciones en Facebook; para hacerle frente al daño medioambiental actual se tiene que actuar, cambiar hábitos, consumir diferente, y pensar al problema de otra forma.

Ahora, no por ello se tiene que cambiar de la noche a la mañana nuestro estilo de vida (aunque, idealmente, sí) pero se puede comenzar con pequeñas acciones: desde reducir el consumo de plásticos hasta dividir los residuos generados en casa y cambiar la dieta alimenticia (no, se tenemos que volvernos todos veganos, pero por unos cuantos días que no se coma carne no nos vamos a morir). Cada acción cuenta y siempre hay forma de hacer más; sin embargo, se debe comenzar cambiando la forma en que entendemos el problema. No es solo el Amazonas, es el riachuelo lleno de basura que pasa cerca de tu casa, es la calle repleta de colillas y botellas por la que caminas a diario, es la creciente isla de plásticos en el Océano Pacífico, es el sargazo que amenaza al ecosistema del Caribe, es la muerte del glaciar en Islandia.

Asimismo, valdría la pena revisar la agenda de los gobernantes a quienes, con nuestro voto, entregamos el control y el poder de afrontar los problemas del país, incluidos los relacionados con el medio ambiente. Jamás se podrá ser demasiado exhaustivo a la hora de analizar a quienes dirigirán nuestro país, por lo tanto, sería muy importante observar a los aspirantes a los cargos públicos que estarán disponibles para las elecciones intermedias del 2021 (sí, aunque aún falte mucho, es bueno tenerlo en cuenta), así como su postura frente a los múltiples problemas que enfrentamos en México, desde los más mediáticos, como la violencia, el crimen organizado y la economía; hasta los que no lo son tanto en las esferas del poder, como lo es el medio ambiente y el calentamiento global.

La tibieza de las demandas a través de redes sociales y la falta de actos fuera de las pantallas debe terminar, y mientras más rápido se empiece a actuar, menores serán las consecuencias a las que, podemos asegurar con certeza, nos tendremos que enfrentar en el futuro próximo y ni hablar de las generaciones que vienen.

 

De partidillos y partidetes

En otras noticias, MORENA se ve muy cómodo peleando consigo mismo mientras que la oposición se ve más pobre que nunca. Acción Nacional se sostiene como la más sólida, al mismo tiempo que los ex presidentes azules brillan mientras se quejan de que el saco no les queda, y de que los traen “entre ceja y ceja”, pobres.

Mientras tanto, el PRD cede su registro a un nuevo partido: Futuro 21, que será lo mismo pero en diferente presentación (justo lo que necesitamos), y buscará sembrarse como un frente opositor a López Obrador. Yo me pregunto, ¿qué pasará cuando el presidente termine su mandato y se vaya a La Chingada, Tabasco?¿A quién usaran para alzarse?.

El PRI, por su lado, ha señalado que no descarta la idea de hacer un cambio en su partido (ya se están tardando), en inclusive de sus siglas; amenazan en un espectacular “Volveremos”; no te espantes, todo parece indicar que a ese muerto no hay como revivirlo afortunadamente.

Finalmente, “México Libre”, el proyecto de partido de Margarita Zavala y Felipe Calderón, muestra síntomas de muerte de cuna, con una primera asamblea (vergonzosa), con sede en Hidalgo, que no logró juntar a los afiliados que solicita en Instituto Nacional Electoral. “México está cansado ya de los mismos partidos políticos” señaló la ex candidata presidencial, quizá sea esa la razón por la que no logra juntar gente para su partido.

 

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