Inclusión Educativa en la UAEM - Modelo de Atención Asistencialista: en México
En opinión de Eliseo Guajardo Ramos
22 aspirantes con discapacidad ahora son alumnos matriculados en la UAEM. 13 para licenciaturas y 9 para Preparatorias. Luego de cursar los Propedéuticos y de Inducción. Cubrieron los requisitos que exige el Reglamento General de Ingreso, Revalidación y Equivalencia de la UAEM. La Dra. Dulce María Arias Atayde Directora General de Servicios Escolares de la UAEM, llevó a cabo por primera vez el proceso de admisión bajo este Reglamento, con la asesoría y apoyo de la Unidad para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad (UIEAD). Antes, se realizaba un Acuerdo Humanitario entre la Unidad, Servicios Escolares y la Procuraduría de los Derechos Académicos para que ingresaran dichos jóvenes con una dispensa del Reglamento de Ingreso anterior al vigente, desde enero de 2020.
Lo anterior, era un proceso casuístico, a petición de parte a través de lo que era antes el Programa de Inclusión, ahora UIEAD, representaban la petición de ingreso de tales jóvenes con discapacidad. Se trataba de una discriminación positiva, en el marco de una política afirmativa. Ahora, es sistémico y de oficio de todas las instancias involucradas en el ingreso, permanencia y egreso con éxito de los jóvenes con discapacidad. En el marco de la igualdad de oportunidades, esto es, son los mismos requisitos para los jóvenes con y sin discapacidad a través del mismo Reglamento General para todos. El proceso de legislar este Reglamento se llevó a cabo desde la Secretaria General y Secretaria Técnica del Consejo Universitario de la UAEM, la Mtra. Fabiola Álvarez Velasco a través de la Comisión Permanente del Consejo Universitario para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad. La Comisión está integrada por los directores de las siguientes Unidades Académicas (UA): Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología, que lo preside; la Facultad de Medicina; la Facultad de Psicología; la Facultad de Comunicación Humana; la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales; el Instituto de Ciencias de la Educación. Asistida por la Dirección Jurídica que ocupa el Dr. Juan Carlos Aguirre y con la asesoría de la UIEAD. Dicha Comisión avala el Reglamento para someterlo a la aprobación del Consejo Universitario.
No todas las UA alcanzaron a realizar los Ajustes Razonables a sus Cursos Propedéuticos de selección. Según el Reglamento, de no hacerse tales ajustes no aplica el criterio de selección para los aspirantes con discapacidad, por no estar en condición de igualdad de oportunidades.
Hemos comentado con anterioridad, que este procedimiento de ingreso y permanencia va en sintonía con una concepción Social de la Discapacidad. Y que representa el 0.23% de la matrícula total de la UAEM.
El Sistema Educativo Nacional (SEN), puertas hacia adentro, a través del Cuestionario del Formato 911, en Educación obligatoria, en 2016, atendía 107,666 alumnos de 0 a 15 en los Centros de Atención Múltiple (CAM) de Educación Especial; y, 471,794 a través de las USAER. O sea, 579,460 alumnos en Educación Básica. Y, 35,469 en los Centros de Atención a Estudiantes con Discapacidad (CAED) a nivel Bachillerato. Lo que significa que en Educación Obligatoria -hasta ese entonces- eran 614,925 alumnos dentro del SEN.
Pero en la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (ENADID) del INEGI, refiere que hay 8 millones 160,000 mujeres con discapacidad en edad escolar (de 0 a 19 años). Y, 6 millones 480,000 hombres. Un total de 14 millones 649,000 niños y jóvenes con discapacidad. Ponderando que fueran comparables estas cifras. Porque la 911 que utiliza la SEP contabiliza en realidad deficiencia orgánica y el ENADID, discapacidad -por desempeño-.
Si cruzamos cifras, tendremos que, del total en edad escolar de niños y jóvenes con discapacidad, se atiende al 4.2%. Lo que arroja una cifra del 95.8% está fuera del SEN.
Por otra parte, la actual Secretaría del Bienestar otorga 1 millón de pensiones a los niños y jóvenes con discapacidad de 7 millones existentes, según ellos. Estas cifras corresponden a deficiencias orgánicas, porque les piden certificado médico de discapacidad. Así, el dato se reduce a la mitad de la discapacidad, con referencia a INEGI. Del millón con pensión le dan preferencia a la población indígena con discapacidad o de extrema pobreza que vivan en las zonas marginadas urbanas. No sabemos cuántos de ese millón asisten a la escuela. Pero serían casi el doble de las cifras de la SEP. Cerca de 400 mil niños y jóvenes con discapacidad reciben pensión sin ir a la escuela. Sería un trato asistencialista de parte del Estado. Pero poco más de 14 millones son asistidos en sus propios hogares donde viven con sus padres.
Estamos frente a un modelo asistencialista en México del casi 96%, contra un optimista 4% del modelo Social Educativo. Nuestro 0.23% de matrícula de jóvenes con discapacidad en la UAEM, se pierde como una gota en el océano del asistencialismo. No obstante, su presencia en una universidad autónoma es sumamente crítica. Porque nos hace preguntarnos ¿Cuántos jóvenes de ese 96% -14 millones- llegarían a la universidad pública o privada si tuvieran igualdad de oportunidades?