Implicado en el caso Norberto, capo con actividad en Morelos
Señalado como el principal sospechoso de haber cometido el secuestro y muerte del joven Norberto, estudiante de la Universidad del Pedregal, Luis Eusebio “N”, alias “El Duke“, presunto miembro del Cartel de Jalisco Nueva Generación, ha sido señalado desde hace años como delincuente activo en varias entidades de la República, entre otras, Morelos.
Según información filtrada a distintos medios, proveniente de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), se asegura que la sospecha en contra del referido, a quien ya se lo busca en todo el país, se origina por la similitud del modus operandi con que plagia a sus víctimas, lo cual empata con el caso Norberto.
A Luis Eusebio se le ha comprobado actividad delictiva en Chihuahua, Ciudad de México, Estado de México y Morelos, principalmente.
En 2015, "El Duke", fue internado en el penal de Aquiles Serdán, Chihuahua. Ahí, fue acusado de controlar desde allá la venta de droga en distintos estados.
A decir de PGJCDMX, el personaje es el principal culpable del incremento en la violencia en la capital del país en los últimos tiempos, situación que ha puesto en aprietos políticos no sólo a esa dependencia, sino a todo el gobierno capitalino.
El sospechoso de secuestrar y matar a Norberto fue policía. Versiones periodísticas aseguran que dirigió el Grupo Álamo, cuerpo de élite de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX, acusado de perpetrar secuestros y extorsiones.
El ex policía es también señalado de ser el autor del primer caso de un cadáver colgado en un puente vehicular de la CDMX, algo que sólo se veía en algunas entidades del país, como Morelos.
Tras su paso por el penal en Chihuahua, en 2017 quedó libre gracias a varios amparos, y se asegura que desde entonces regresó a la Ciudad de México donde continúa con su quehacer criminal en la zona central de la nación.
El pasado 4 de junio pasado, Norberto, el joven originario de Chihuahua, fue secuestrado al salir de la universidad, cuando se dirigía a la casa de su tía, con quien vivía desde hacía cuatro años, cuando llegó a la capital del país para iniciar sus estudios superiores. Sin que haya una precisión de hora y fecha, se sabe que fue poco después que perdió la vida a mano de sus captores, pese a que se pagó un rescate de 500 mil pesos por parte de la familia.