Escala de Grises - Respetables opiniones
En opinión de Arendy Ávalos
El 30 de octubre de 2022, Ariadna López fue vista con vida por última vez en la colonia Condesa de la Ciudad de México. Tres días después, su cuerpo fue localizado en la autopista La Pera-Cuautla, en Tepoztlán, Morelos. Por lo tanto, la investigación de lo ocurrido quedó en manos de ambas fiscalías.
Mientras el organismo capitalino aseguraba una coordinación y comunicación cercana con las autoridades morelenses para obtener mejores resultados, la Fiscalía del estado (sin tener una autopsia determinante) indicó que Ariadna López había fallecido por “una grave intoxicación alcohólica y una consecuente broncoaspiración”.
Por su parte, Uriel Carmona, fiscal de la entidad, aseguró que el cuerpo de la joven no presentaba huellas de violencia, por lo que descartó abordar el caso como un feminicidio. Esas declaraciones fueron interpretadas como una clara criminalización y revictimización de Ariadna.
Un par de días después, la versión anterior fue rechazada por Ernestina Godoy. En una conferencia de prensa, la fiscal de la CDMX declaró que el motivo del fallecimiento de Ariadna era “un trauma múltiple”, lo que evidenció las contradicciones en la investigación y atrajo la atención de la Fiscalía General de la República.
Dos meses después de tomar el caso, la FGR concluyó que lo que ocasionó la muerte de Ariadna fueron las heridas de “un objeto contundente sobre su cabeza o por contacto de la superficie craneal contra un plano duro”, lo que descarta por completo la versión emitida por el Ministerio Público de Morelos.
La respuesta de la dependencia a cargo de Alejandro Gertz Manero se dio a conocer a través de un comunicado el lunes 16 de noviembre. En dicho documento, se estableció que todas las pruebas fueron analizadas cronológicamente y, con base en ellas, se ha solicitado a las autoridades capitalinas continuar con los cargos por feminicidio contra Rautel Astudillo y Vanessa Flores (quienes ya se encuentran vinculados a proceso).
Finalmente, la Fiscalía General de la República aseguró que las indagatorias con perspectiva de género y pleno apego al derecho continuarán, lo que representa un poco de luz para esclarecer el caso de Ariadna López. Sin embargo, la polémica alrededor de su feminicidio continúa.
Y es que los dimes y diretes entre las autoridades capitalinas y morelenses no se detienen. Mientras Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, insiste en que el fiscal de Morelos encubrió el feminicidio de la joven, el Ministerio Público de Morelos ha respondido que lo dicho por la FGR no es más que una “respetable opinión”.
A pesar de los resultados y las pruebas que conformaron el feminicidio de Ariadna López, las autoridades morelenses aseguran que la FGR no solicitó información ni constancias procesales del asunto. Bajo esta línea, la fiscalía estatal asegura que desconoce los trabajos forenses, por lo que no está en condiciones de pronunciarse ante “tal opinión”.
Como siempre, vamos por partes. Para empezar, las contradicciones entre las autoridades involucradas representaron una alerta desde el principio, no solo en materia de institucionalidad sino en términos de competencia y mera capacidad para llevar a cabo la investigación de un crimen.
Este intercambio de acusaciones entre las personas involucradas, lejos de abonar a la resolución del caso (lo que debió ser el objetivo principal) retrasaron todo el proceso. Además de obstrucción a la justicia, estos conflictos entre dependencias tienen un impacto directo en la familia de las víctimas. Si la versión de las fiscalías responsables no coincide, ¿en qué momento tendrán la certeza de que el crimen no quedará marcado por la impunidad?
Ahora, respecto a los comunicados y las grandes afirmaciones, antes de que la FGR emitiera sus conclusiones sobre el feminicidio de Ariadna López, ambas entidades aseguraban haber realizado los procesos de forma correcta y apegándose a los protocolos establecidos. Esto nos lleva al siguiente punto.
Hasta el martes 17 de enero de 2023, la Fiscalía General del Estado de Morelos afirmó que la necropsia practicada en la entidad estuvo a cargo de un equipo profesional que aplicó “todos los protocolos de investigación con perspectiva de género que corresponden al delito de feminicidio”.
¿Cómo se aplicaron los protocolos de investigación con perspectiva de género si, desde el primer momento, se descartó que Ariadna hubiera sido víctima de feminicidio? Aquí resultan preocupantes varias cosas. ¿Realmente se implementan los protocolos? ¿A pesar de ellos se opta por la criminalización de las víctimas como única alternativa?
Tal como ocurre con el caso de Debanhi, tal como ocurre con los 10 feminicidios que ocurren todos los días en México, los conflictos en el caso de Ariadna sirven como evidencia de los problemas que rodean el sistema de justicia en nuestro país: corrupción, abuso de poder, ausencia de confianza en las autoridades [por parte de las autoridades mismas], negligencia y la ausencia de protocolos eficientes con perspectiva de género.
La emergencia nacional que debería representar la violencia de género en México continúa abordándose de formas superficiales que sólo invisibilizan, normalizan e incrementan el problema. No basta con investigar a fondo lo ocurrido con uno de los diez feminicidios que se cometieron el 30 de octubre de 2022. Es indispensable abordar con la misma rigurosidad cada uno de los delitos cometidos en contra de las mujeres, se vuelvan virales o no.
Urge capacitar al personal de todos los ministerios públicos y fiscalías para que, lejos de dar sus “respetables opiniones”, sepan cómo realizar las investigaciones que requieren los feminicidios, los abusos sexuales, el hostigamiento y todos los tipos de violencia que enfrentan las mujeres cada día.
Ni una más:
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