El presidente y los imprudentes
En opinión de César Daniel Nájera Collado
Nos guste o no, la mayoría de los mexicanos sí se identifican con Andrés Manuel López Obrador, un presidente dicharachero que disfruta de oír a Silvio Rodríguez mientras su esposa conduce, aunque ya no sea el característico Jetta. Y por más que bastantes no seamos simpatizantes de varias políticas e ideología del presidente, debemos reconocer que su popularidad es tan arrolladora como siempre. En eso, y tal vez solo en eso, Patricia Armendáriz es acertada.
Sin embargo, ya no es novedad que el presidente se reúna con personas que no son solo aduladoras, sino imprudentes y destinadas, por decir poco. Este es el caso de la diputada Armendáriz, quien no tuvo suficiente con su escandaloso tuit en el que se refería a su asistente como “la base de la pirámide” casi pasando por alto su deceso, sino que también en una entrevista se atrevió a decir, con el cinismo a todo lo que da, que el presidente López Obrador “adoctrina". Porque sí, también acertó en eso, pero decirlo de tal manera es un error que ni el mismo mandatario cometería. Y es que gente tan alejada de la realidad integral, no debería ser tan cercana a un presidente que se dice del pueblo. Queda mucho por reflexionar.