CNDH es ¨cómplice¨ de intereses: activistas
Distintos organismos sociales, así como activistas, ven con “alarma” el despido de José Martínez Cruz, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Ésta es aún “cómplice” de los intereses del gobierno.
El hecho fue calificado como un “abandono” de los propósitos anunciados por Rosario Piedra Ibarra, titular.
Asimismo, ponderaron que aquélla, con este movimiento, se alejó de los grupos vulnerables: “… personas presas o víctimas de violaciones de derechos humanos (…) pobres, indígenas, mujeres o migrantes”.
Por medio de un comunicado, indicaron que Piedra Ibarra anunció (en su momento) que la CNDH debería estar del lado de las víctimas y darles acompañamiento, por lo que decidió nombrar, en diversos niveles de la institución, a activistas y militantes en la materia: “personas defensoras e, incluso, familiares de víctimas, especialmente de desaparición forzada”. Empero, se alejó de eso.
Adujeron que esa instancia ha sido “desprestigiada” desde su creación, en 1992, durante el periodo presidencial de Carlos Salinas de Gortari: “encubridora de las peores violaciones a derechos humanos cometidas por cada gobierno, fuera del PRI o del PAN”.
Adujeron que la titular del organismo anunció que, con su llegada, buscaría transformar la instancia en una “verdadera defensoría del pueblo”; de ahí el compromiso asumido de designar, en cargos estratégicos, a “activistas de derechos humanos, políticamente de izquierda e independientes de los partidos institucionales y sus gobiernos”.
Y pusieron como ejemplo al otrora integrante dela Comisión Independiente de Derechos Humanos de Modelos: “… después de la Presidencia, estaba José Martínez Cruz en la Primera Visitaduría, donde se encuentran los Programas Especiales de personas desaparecidas; el de asuntos de la mujer, la niñez y la familia; y el de atención a víctimas del delito. Y Edgard Sánchez Ramírez en la Sexta Visitaduría, responsable de atender las quejas relacionadas con posibles vulneraciones a los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA)”.
De esa forma, cuestionaron que se mantenga el propósito de lograr que la CNDH deje de ser “cómplice de los gobiernos anteriores y se convierta en un organismo verdaderamente autónomo de derechos humanos, independiente del gobierno y sus intereses”.