Yo tengo otros datos - La salud del presidente Luminarias<br>para jóvenes universitarios.

En opinión de Carlos A. Galicia Pineda

Yo tengo otros datos - La salud del presidente Luminarias<br>para jóvenes universitarios.

Para: mis amigos

 que se siguen preparando;

terminan una carrera y se siguen con otra.

 

Nunca antes en este país se sabía de las enfermedades del Presidente de la República. La imagen del titular del Ejecutivo Federal siempre se mostraba como un hombre sano, vigoroso y principalmente deportista. José López Portillo se mostraba como un hombre fuerte, deportista; jugaba tenis, montaba a caballo y solía salir a correr. Carlos Salinas de Gortari, demostró ser un deportista, un gran corredor de resistencia. Estos son los dos casos de presidentes que se mostraban que gozaban de salud y practicaban deporte. Fuera de esos dos presidentes, de los demás no se supo que practicarán algún deporte.

 Hoy, se sabe de las enfermedades que padece AMLO. Como resultado de un hackeo que sufrió la SEDENA, de lo contrario no se sabría de la salud del presidente. Al ser revelada dicha información no le quedó otra a AMLO- presidente que afirmar que si está enfermo. El meollo del asunto es que al pueblo le han enseñado desde el viejo régimen que el presidente es un ser todopoderoso, vigoroso, que nunca se enferma, que es un hombre sano.

Al estar enterada la opinión pública se empiezan a hacer especulaciones, hay ciudadanos quienes se atreven a diagnosticar sin ser médicos de lo que puede suceder; otros justifican el porqué de sus acciones que está tomando.

Lo que sí es un hecho es que a partir de este suceso se debería presentar como una práctica de la trasparencia el estado de salud del mandatario. No tanto para realizar especulaciones sino para conocer en qué situación se encuentra el hombre que dirige este país.

Y de igual manera sería conveniente saber la salud de los funcionarios de primer nivel, es obvio que después de los años cuarenta el cuerpo humano empieza a presentar situaciones de salud y también cuando inicia la tercera edad (60 años) aspectos anormales. Es frecuente que se padezca de problemas de presión arterial, diabetes, problemas cardiacos o respiratorios.

Poco se sabe de la salud de los representantes populares que toman decisiones a nombre del pueblo de México. En otros países es normal conocer la salud de los políticos. Como parte de los cambios que se están registrando en la nación sería conveniente que se mostrará el estado de salud de los representantes populares, servidores públicos de primer nivel en los tres niveles de gobierno, incluso debería de ser un requisito como candidato al cargo de elección popular. Mostrar su estado de salud en que se encuentra el personaje que desea representar al pueblo.

 AMLO no lo ha negado, aceptó reconocer que si está enfermo. Pero que se está atendiendo, hasta cierto punto es válido reconocer y aceptar su estado de salud. Es natural que un hombre que está en la tercera edad padezca de alguna enfermedad, y seguramente, no es que sea producto de algún descuido, sino consecuencia de su propia edad.

 

Oportunas.

Una luminaria para el camino de los jóvenes universitarios

 

Es necesario, tal vez urgente, que la UAEM, en la entrada a la Unidad Biomédica, el Polideportivo,  la Biblioteca Central se instale una luminaria para  alumbre el camino de los jóvenes universitarios que estudian en Técnicos Laboratoristas, Ciencias del Deporte, o bien acuden al Polideportivo y  que todas mañanas transitan por esa avenida, porque antes de las siete de la mañana está oscuro, completamente oscuro, desde la entrada hasta donde está ubicada la Biblioteca Central, posteriormente, continuas el camino y una  luz tenue emite algunos destellos de luz que  permiten pisar con cierta inseguridad entre la maleza. A veces, un empleado de seguridad alumbra el camino con una lamparita, que, desde luego, es insuficiente, seguramente un cerillo podría alumbra más.

 

Congreso: comisiones rotativas una buena opción.

 

Hace algunas legislaturas (pasadas) se planteó que las comisiones fueran rotativas, en ese momento se puso el grito en el cielo. Se argumentó una serie de infortunios… “que iba a provocar un caos, un desorden, un problema de organización al interior del Congreso “. Sin embargo, la primera comisión que se logró hacer rotativa fue la de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública. 

Hoy, se hace un cambio de comisiones tal vez sea por consigna, pero si es necesario que esta práctica se realice cada año legislativo para darle oportunidad a otros legisladores de ocupar la presidencia de alguna comisión para instrumentar políticas públicas que subsanen alguna problemática del estado y, además, evitar   feudos de control.