Serpientes y escaleras - Decisiones de gobierno

Hay buenas decisiones tomadas fuera de tiempo y malas decisiones tomadas con premura

Decisiones de gobierno

La avalancha de críticas vertidas en contra del gobierno de la capital tras el colapso del puente colgante del paseo ribereño se incrementa al paso de los días; la indecisión del presidente municipal ante un accidente que pudo terminar en tragedia abre muchas dudas sobre la complicidad que existe al interior del ayuntamiento y la incapacidad del presidente municipal para actuar. José Luis Urióstegui no fue capaz de tomar una decisión firme ni siquiera porque la vida de su esposa y la suya estuvieron en riesgo. ¿Tiene el carácter necesario para gobernar la ciudad?

Muchas veces la falta de decisión oportuna de las autoridades ha derivado en escenarios que se van de control a las instituciones. Recordemos una: luego de la matanza de estudiantes normalistas de Ayotzinapa el gobierno federal tardó varias horas, menos de 24, en fijar una postura sobre el tema y ello derivó que a la vuelta del tiempo la culpa de lo ocurrido se adjudicara al presidente de México y a sus colaboradores. Recordemos que el municipio y el estado donde ocurrieron los hechos eran gobernados por el PRD y que los funcionarios detenidos por culpabilidad fueron perredistas; eso al final ya no importó, porque la percepción pública culpó al PRI y a todas sus autoridades.

Localmente hay muchos ejemplos similares, la mayoría relacionados con hechos delictivos, balaceras, enfrentamientos y actos de ajusticiamiento en donde participan casi siempre miembros de cárteles y personas ligadas a grupos criminales; la ausencia de una buena estrategia de comunicación y la reacción tardía de las instituciones deriva en lo mismo: la gente culpa al gobierno de los muertos y a las autoridades de la inseguridad.

La narrativa y el tiempo son factores fundamentales en este tipo de crisis y en ambos casos el gobierno de José Luis Urióstegui va perdiendo; la primera declaración del alcalde afuera del hospital donde se encontraban algunas de las personas lesionadas fue incorrecta porque culpó a los accidentados y a la imprudencia de quien brincó.

Luego, con información en la mano, el abogado no supo ser contundente al hablar sobre las indagatorias y ha sido incapaz de señalar con todas sus letras que los hechos se investigarán a fondo y conforme a derecho; lo único que se atrevió a decir es que la investigación la llevarían las fiscalías y que el ayuntamiento solo analizaría si había lugar a algún tipo de sanción por omisiones.

Así llegamos al viernes donde el ineficiente equipo de comunicación municipal convocó a una rueda de prensa que no solo empezó más tarde de lo programado, también dejó muchos vacíos informativos y la percepción generalizada de que al alcalde le hace falta carácter y es incapaz de imponerse a los hermanos Martínez Terrazas.

El viernes el secretario de desarrollo sustentable y servicios públicos solicitó su separación temporal al cargo en tanto se llevaban a cabo las investigaciones, pero a sabiendas de que Pablo Aguilar fue notificado de los riesgos que existían en el lugar y sobre la necesidad de reforzar el puente que colapsó, José Luis Urióstegui fue incapaz de despedirlo o iniciarle una investigación, como lo hizo con su secretaria de seguridad Alicia Vázquez Luna cuando cumplió con su deber en un operativo.

La pasividad del presidente municipal está rebasando los límites: en el incidente varias personas resultaron lesionadas y estuvo en riesgo la vida de su esposa, también fue una nota que dio la vuelta al mundo y colocó a su gobierno como un ejemplo de mediocridad al sufrir el colapso de una obra en plena inauguración.

¿Por qué hasta ahora el gobierno de Cuernavaca no ha aclarado que ellos no construyeron el puente, ni tampoco fueron omisos en su mantenimiento? ¿Por qué se quedan callados y asumen una responsabilidad que corresponde a otras instancias y otras administraciones? ¿Por qué el presidente municipal no actúa con más firmeza contra los dos funcionarios que tenían conocimiento del problema y no actuaron? ¿Por qué el abogado no aplica la ley a quienes son directamente responsables de este hecho y se queda en sanciones mínimas que no solo no son suficientes ante la opinión pública, también lo muestran como un alcalde sometido?

Las decisiones tardías lo mismo que los vacíos informativos son sumamente peligrosos para los gobiernos cuando se presenta una crisis; la caída del puente no es un tema que vaya a pasar al olvido en el corto plazo: el Movimiento de Regeneración Nacional ya fijó una postura institucional exigiendo castigo, reparación del daño y advirtiendo que el silencio de la autoridad es cómplice de la tragedia y lo mismo puede suceder si algún otro de los involucrados o cualquier ciudadano interesado en el tema hace valer su derecho y alza la voz contra una autoridad que parece más preocupada por cubrir la corrupción que por resolver los problemas de la ciudad.

José Luis Urióstegui es un buen hombre, pero en su primera crisis está quedando muy mal y deja la impresión de que no es capaz de tomar decisiones firmes y le da miedo enfrentarse a quienes, lo dicen en el propio ayuntamiento, manejan al menos la mitad del gobierno: los hermanos Martínez Terrazas.

Si no reacciona pronto, en breve ya no importará quien construyó el puente y quienes son los responsables de su caída. La culpa entera se la cargarán al presidente municipal.

Lo peor que le puede pasar a una autoridad es quedar como pusilánime.

• posdata

El origen de la obra que colapsó en el paseo ribereño se adjudica al gobierno de Graco Ramírez, pero correspondía al de Antonio Villalobos darle mantenimiento y aplicar en esta zona parte de los 3.4 millones de pesos que la administración de Cuauhtémoc Blanco destinó para su remozamiento.

El secretario de turismo Humberto Paladino fue el encargado de supervisar el paseo ribereño de cara a su inauguración y fue él, dicen, quien fuera de programa llevó al presidente municipal y a la comitiva al lugar donde ocurrió el accidente.

Tanto Humberto Paladino como el titular de Desarrollo Sustentable Pablo Aguilar fueron informados en marzo pasado que el puente colgante no era seguro, que requería adecuaciones para garantizar su seguridad y en conjunto el paseo ribereño no debía ser utilizado porque carecía de las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los paseantes. Aun así, ambos autorizaron su apertura.

A pesar de que el documento es una prueba contundente de la negligencia de ambos funcionarios, el alcalde solo sancionó de manera temporal a uno, separó del cargo a la funcionaria que emitió el dictamen (la que advirtió del riesgo) y perdonó al que debió suspender o al menos posponer el recorrido.

Derivado de las investigaciones que realicen, las fiscalías determinarán hasta donde y hasta quién llega la responsabilidad en este hecho, pero por la pasividad y la tibieza con la que está actuando el edil, a la vuelta del tiempo José Luis Urióstegui puede pasar de víctima a culpable por omisión.

• nota

Solo en México tras un accidente la autoridad culpa y despide a quien advierte de un peligro y no a quienes pasan por alto la advertencia. Protección Civil advirtió que el puente colgante era peligroso, pero a los secretarios no les importó el aviso y organizaron un evento en el sitio. Lo que ocurrió después es sabido por todos.

La complicidad ante la omisión puede terminar en culpabilidad.

• post it

Un grupo de ciudadanos, integrantes de la comunidad lésbico gay en Morelos se presentaron el viernes en la sede del congreso local para exigir la destitución de Roberto Yáñez del cargo de diputado; afirman que el personaje no pertenece a su comunidad, que nunca ha hecho nada por ellos y que no los representa. “Solo utiliza la bandera para beneficiarse” dijeron los quejosos al tiempo de repetir incansablemente ¿Fuera Roberto!

Es más que obvio que el hermano Lelo usurpa el espacio de una comunidad que no representa, pero hay quienes comentan que ese lugar ni siquiera corresponde a la comunidad lésbico gay, sino se trata de una posición indígena.

Los Yáñez como los Terrazas son vividores de la política.

• redes sociales

La caída del presidente municipal de Cuernavaca y su comitiva durante la inauguración del paseo Ribereño generó múltiples opiniones en las redes sociales, desde la conmoción hasta la exigencia de castigo a los responsables.

Rescato un hilo que particularmente me llama la atención, correspondiente a la cuenta @AXL__tw que aparece signada por Axel Belfort, quien se autodescribe como Architect & Lord of the Threads. Van algunos de sus tuits sobre lo ocurrido:

• La primer posibilidad que veo, es la falla en la conexión de los cables de acero que correrían por debajo de los tablones de madera. O sea, los cables principales de carga. Las que fallaron, serían las conexiones al fondo del video.
• En las imágenes vemos además que no hay separación entre tablones, lo que nos hace pensar que los cables no se rompieron en algún punto intermedio, pues se mantiene uniforme, continuo y unido el tablero, aún ya estando tirado al fondo de la barranquilla, sobre las rocas.
• Los cables estructurales principales se desprendieron en sus conexiones metálicas ubicadas en el cabezal de concreto. Las cadenas que funcionaban como simples barandillas o pasamanos quedaron unidas a los postes metálicos, pues éstas no cargan.
• Por lo tanto, podemos catalogar la falla dentro de alguno o varios rubros: DISEÑO, CÁLCULO, y/o CONSTRUCCIÓN. Y la construcción, en este caso, podría abarcar el rubro de MANTENIMIENTO, pues es una obra rehabilitada por mantenimiento mayor y posible mejoramiento.
• Casi todas las fallas estructurales, en casi cualquier construcción, derivan en responsabilidades multidisciplinarias, pues es necesario cruzar varios filtros de seguridad para llegar al colapso, por lo tanto, hay muchas personas responsables en el desarrollo de falla crítica.
• Es importante aclarar que, en NINGÚN CASO, la responsabilidad de falla debiera recaer en los transeúntes o usuarios que van cruzando, aún cuando éstos pudieran saltar o ir jugando sobre el puente, o incluso decidir cruzar muchas de estas personas al mismo tiempo sobre ese tramo.
• El reglamento constructivo vigente, ni en su diseño arquitectónico ni estructural, sugieren límites de uso peatonal, ni comportamientos específicos. Una estructura de este tipo siempre debería ser diseñada, calculada y construida, para el peso más crítico posible dentro del rubro peatonal y bajo estándares de cargas fijas y en movimiento. Por lo tanto, el usuario y su actividad sobre el puente deberían estar cubiertas por el sistema matemático estructural que se aplica y que se concentra en resguardar la vida humana.
• Un buen ejemplo de ésto son los estadios de futbol: podremos ver a masas importantes de usuarios correr y congregarse de manera localizada en un punto del graderío, e incluso los podremos ver saltar a todos al mismo tiempo, y la estructura... DEBE SOPORTAR. Es igual aquí.
• Veo deficiencias críticas de manufactura. La obra parece ser más del tipo "artesanal", que un proyecto serio y profesional. Sería interesante ver los planos arquitectónicos de detalle y los estructurales del tramo colapsado.
• El diseño estructural, tal y como pasó en la #LINEA12, no cumple con la REDUNDANCIA ESTRUCTURAL necesaria para este tipo de proyectos, o sea, no contaba con un "PLAN B" de reacción estructural en caso de falla crítica de uno de sus 2 únicos puntos de apoyo vital.
• La REDUNDANCIA ESTRUCTURAL trata de dar opciones de salvaguardar la vida humana en caso de falla, por lo que para esta clase de puentes se deben contemplar por lo menos CUATRO CABLES de resistencia estructural vital para evitar un desplome, 2 o 3 en la base y 2 más arriba
• Hay puentes de este tipo con siglos de existencia que se mantienen estables gracias a su diseño en redundancia y reacción estructural en caso crítico. Lo ocurrido hoy, es un ejemplo de un pésimo proyecto, bajo pésimos estándares de construcción y supervisión.
• Insisto: las CADENAS que vemos en función de barandillas en Cuernavaca NO SON elementos estructurales, sino accesorios simples para dar una falsa sensación de seguridad al andar, y su conexión al piso del puente, jamás fue robusta ni estructural.

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