Repaso - Política y hampa en Cuernavaca: una visión novelada

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - Política y hampa en Cuernavaca: una visión novelada

En el año 2015 escribí esta columna. Los hechos novelados se sitúan principalmente en la capital morelense durante ese tiempo. Como considero que el tema sigue vigente, la comparto. Si cualquier lector encuentra similares hechos y circunstancias en los días recientes, no será mera coincidencia, sino la cruda realidad de un ambiente político y social enturbiado, no sólo a nivel municipal, sino, también, en el plano estatal.

“El vínculo entre política y crimen se describe ampliamente en una novela que tiene como escenario la ciudad de Cuernavaca. Los personajes, si bien imaginarios, pueden orillarnos a pensar en otros que en realidad sí existieron y se desempeñaron como funcionarios o políticos de la ciudad capital morelense. El tema resulta álgido.

Publicada por Alfaguara, la novela de Enrique Serna, “La doble vida de Jesús”, seguramente causará resquemores en sectores sociales de Cuernavaca. El hilo conductor de la historia que allí se desarrolla es, principalmente, el vínculo del narco con los políticos que aspiran a gobernar la ciudad capital, incluso todo el estado.

En particular, Enrique Serna se refiere a la trayectoria de un personaje, Jesús Pastrana, quien se desempeña como síndico del ayuntamiento capitalino y aparece como el más fuerte aspirante a convertirse en candidato del partido en el poder (Acción Democrática), para llegar a ser, mediante inminentes elecciones, el próximo alcalde de Cuernavaca.

La trama la desarrolla el autor durante el sexenio de Felipe Calderón (en la novela lo llama presidente Salmerón). Al protagonista principal, procedente de núcleos familiares conservadores, religiosos, ufanos de su machacón pregonar sobre los valores en la vida de las personas, lo describe como un hombre de trayectoria honesta, político preocupado en los verdaderos cambios que requiere nuestro estado,  nuestro país, pero con una epopeya conyugal desastrosa que lo orilla a “salir del clóset” y reconocer su inclinación hacia el bisexualismo, de modo que decide separarse de su mujer para mantener una intensa relación amorosa con un transexual, quien además resulta hermano gemelo, versión afeminada, del líder de un cártel que se disputa el territorio morelense con otro cártel.

El mensaje implícito en todo esto es que para donde se mueva Jesús Pastrana tendrá que negociar con uno de esos poderosos malandrines, quitarse todo tipo de resistencias y “negociar”, como se lo sugieren sus cercanos.

Con lo antes descrito, podemos enlistar los ingredientes de esa historia: 1. Los acontecimientos se dan principalmente en Cuernavaca. 2. Suceden durante el periodo de hegemonía panista y, sin que se diga en la novela, se infiere que los individuos corruptos que entran en relación con los narcos, desde mandos policiacos superiores municipales, hasta funcionarios municipales del ayuntamiento, tienen filias blanquiazules. 3. Como ingrediente extra, se plantea el doble discurso de una clase política, partidista, que se da golpes de pecho, persignada, pero que en su cotidiano devenir sus integrantes son tan corruptos e inmorales como aquellos a los que criticaban. El propio Jesús Pastrana rompe con cualquier prejuicio y se relaciona de manera apasionada con un homosexual.

Enrique Serna es atrevido. Plantea una clase política podrida que se apoderó de los destinos públicos de Cuernavaca y cometió los peores desmanes, las peores hipocresías. Quizá como escritor no haya tenido la intención de referirse a un partido político real, ni a personajes que se hayan desempeñado verdaderamente en los espacios públicos del ayuntamiento y del estado, pero al lector común y corriente le permite interpretar que tuvo referentes directos de individuos que estuvieron en el candelero político de la ciudad, con los sujetos, hombres y mujeres, que, esos sí, desempeñaron algún cargo durante ese periodo.”

 

• De refilón

Vean si no es harto polémico el asunto que se aborda en la novela. Así se explica en la cuarta de forros:

“¿Cómo puede sortear ese campo minado un hombre dispuesto a defender sus convicciones hasta las últimas consecuencias? Al desatarse la lucha por el poder, Jesús queda entre la espada y la pared, acosado simultáneamente por los poderes institucionales y por el crimen organizado. Menudean las amenazas de muerte, los intentos de soborno, los escándalos mediáticos, los secuestros, las venganzas sangrientas… y aparece el amor de su vida: un amor prohibido y escandaloso, letal para la reputación de cualquier hombre público”.

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