Observador político - Cuentas pendientes…

El exceso de partidos políticos y de candidatos ha ocasionado una inconformidad entre diversos sectores de la población que ahora ya no saben por quién votar, y no porque haya una variedad de propuestas sino porque no los conocen. Los taxistas, que son un sector de la población muy cercano a la gente y está al tanto de la situación política, económica y social de Morelos, está desencantado y a diferencia de otros procesos electorales, algunos de ellos dicen no saber si votar por los partidos o candidatos. Es imposible conocer las propuestas de los contendientes si no se saben quiénes son estos y de dónde vienen.

PARÁSITOS EN BÚSQUEDA DEL PODER.-Es tal el número de candidatos hombres y mujeres que anhelan llegar a las alcaldías sin importar que están deterioradas y destrozadas económicamente o al congreso, pese a estar vinculado por los malos manejos financieros y los actos de corrupción, que la sociedad podrá no conocer a todos los abanderados y no saber por quién será su voto pero de lo que sí está seguro, al menos algunos sectores de la población bien informados, es impedir que regresen otra vez aquellos políticos que han estado en el escrutinio público y han salido mal librados. Insisto, hombres y mujeres que solo han utilizado los espacios de representación popular que llegaron al cargo a llenarse de forma delincuencial las bolsas de dinero sin importar el desprestigio de que son objeto con tal de alcanzar sus perversos propósitos de haberse convertido en los nuevos millonarios de Morelos.

Es inconcebible que personas de mala reputación que amparados por el poder político que tuvieron y con rechazo social, hoy otra vez intenten regresar a mal administrar los recursos del pueblo y beneficiando a sus familiares, amigos y gente a fin a su proyecto dejando de lado la actividad productiva para convertirse en verdaderos parásitos que solo buscan seguir chupando la sangre del pueblo que en el 2018 les dio un ejemplo de civilidad a todos quienes se ampararon en abanderados del PRD y que hundieron a Morelos con la aprobación de créditos multimillonarios que hizo el ex gobernador Graco Ramírez y el saqueo que hicieron y sigue realizándose en el congreso del estado.

Los actuales diputados llegaron con la etiqueta de honestos, ofreciendo y prometiendo castigo a sus antecesores que le hicieron un daño inmenso a los morelenses y al estado, sin embargo, a un mes y días de que se lleven a cabo las elecciones no hay ningún integrante de la Legislatura 54 que haya sido aprendido por sus actos ilícitos. Todo hace indicar que los acusaron de todo, sin los elementos jurídicos necesarios y con lo cual, su defensa, en automático lograron evadir todos los cargos habidos y por haber y al final no pasará nada. Es decir, pese al daño provocado en su gestión y las acusaciones de “rateros” que entre ellos mismos se hicieron, al final no pasará absolutamente nada… La misma historia que ocurrió con Graco, pese a los compromisos asumidos de que sería llevado al paredón de Atlachaloaya para que fuera juzgado conforme a derecho. Hoy el tabasqueño anda tranquilo y seguro de que esas amenazas le hicieron lo que el viento a Juárez.

De nada sirvió que se haya denunciado la “delincuencia institucionalizada”, cuando autoridades municipales otorgaron documentación oficial falsa de supuestos trabajadores que presumieron haber trabajado durante décadas en esos ayuntamientos con salarios groseros y que nadie conocía, solo con la intención de alcanzar el beneficio de la “jubilaciones doradas”, en detrimento de las necesidades del pueblo. Al final tampoco pasó nada. Y quienes presumieron que pondrían orden en el Congreso local hoy otra vez, como si fuera una burla de mal gusto, andan vilmente buscando el apoyo de la población y su confianza para que voten por ellos en los próximos procesos electorales como sucede con Pepe Casas y Tania Valentina Rodríguez Ruiz, entre muchos. 

De nada sirvió que se haya precisado la constante violación al artículo 246, fracción VII, del Código Penal Federal en el que se advierte que el delito por uso de documento falso, son: La existencia de un documento falso, que el activo tenga conocimiento de su falsedad, y que lo use. Por lo tanto, este delito se castigará, tratándose de documentos públicos, con prisión de cuatro a ocho años y con doscientos a trescientos sesenta días multa. Pero aún hay más. Si quien realiza la falsificación es un servidor público, la pena de que se trate, se aumentará hasta en una mitad más de la condena.

Es grave, preocupante y triste que hoy en día cuando las finanzas del gobierno en general están fracturas, peor aún por la situación de la pandemia del SARS-CoV-2, hay quienes burdamente, sobre todo gente allegado al poder, sin merecimientos legales ni legítimos sigan cobrando sus jugosas jubilaciones y pensiones pese a la incertidumbre de que alcanzaron este beneficio tras haber presentado soportes documentales falsos o irregulares, es decir, cometiendo delitos diversos como en su momento lo señalaron quienes hoy piden el voto y no hicieron nada para frenar estos delitos cometidos contra los intereses de la sociedad.

¿ALGUIEN HA VISTO A PACO, EL DE CUERNA? Es una incógnita cuánto dinero se habrá gastado en su precampaña, primero tratando de ser candidato a la alcaldía de Cuernavaca por el PRI, luego intentó por Movimiento Ciudadano, se habló de otros partidos pero al final, el señalado como misógino durante su encargo como servidor público se quedó sin la posibilidad de que su imagen aparezca en las boletas electorales del seis de junio.

El presunto ladrón en el Congreso de Morelos y catedrático de la UNAM, Paco Moreno al final cosechó lo que bien sembró durante varias décadas que se benefició de diversos cargos de representación popular y dentro de la administración pública: rechazo y odio social  a pulso que obtuvo el galano. De nada le sirvió todo el dinero que ha logrado acumular durante años en importantes posiciones, al final, fue desechada su candidatura en varios institutos políticos quienes se abstuvieron de alcanzar algún acuerdo partidista.

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