Me dueles México! - A veinticinco años de la declaración de Beijing
En opinión de Alicia Vázquez Luna
“Que nada nos limite, que nada nos defina, que nada nos sujete, que la libertad sea nuestra propia sustancia” Simone Beauvoir
Lo curioso de esta conferencia es que 189 países firmaron el acuerdo y la declaración sobre la igualdad de los derechos y la dignidad humana, no podían faltar. “Reafirmaron” el compromiso para eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres y se privilegiaron los derechos de los niños y el desarrollo humano.
No debemos olvidar que desde 1985 en las conferencias y cumbres de Nairobi las mujeres y los infantes fueron motivo de consensos sobre la igualdad, desarrollo y la paz. Se utilizó el término de empoderamiento.
¿Cuáles son los avances? ¿Se lograron los objetivos? ¿Cuáles son las políticas públicas sensibles al género?
La misma conferencia de Beijing considera una plataforma de acción, la cual debe reflejar las acciones, seguimiento y avances de la eliminación de la desigualdad del género femenino al que se enfrentan en esos mismos países que reconocieron y reivindicaron a las mujeres (al menos en papel) los derechos, la libertad e igualdad en un mundo de hombres, presumidos como rectores del destino del mundo.
El feminismo, no ha terminado de construirse y hoy lamentablemente se va deformando. Se dice mucho de las sociedades que discriminan, se olvida que esas “sociedades” están compuestas de mujeres.
La fortaleza de la mujer reside en la espiritualidad que transforma, que equilibra el mundo.
La mujer al empoderarse debe empezar por ella misma, por el saber ejercer su libertad. Cuando entienda que el poder radica en su esencia, entonces será libre.
A veinticinco años, a las mujeres nos falta por hacer de este mundo, un mundo de igualdad y equidad. Las mujeres al empoderarse van rompiendo barreras mentales, estructuras añejas que la limitan, hasta hacerlas dudar sobre su propia capacidad. Las mujeres no son superiores a los hombres, solo son mujeres con capacidades diferentes.
México a veinticinco años de Beijing no ha logrado mediante acciones erradicar la violencia, continúan el infra-trato sobre el valor que representan. Los feminicidios duelen por la sangre que corre por las calles, los hogares.
Las niñas continúan explotadas, no hay acciones contundentes para evitar la trata, al contrario parecer que se fomenta, en los círculos del poder entre más joven mejor.
No existe acciones reales para la salud física, mental y reproductiva, los embarazos a temprana edad evitan el normal desarrollo y la calidad de vida de niñas que terminan su infancia jugando con niños de verdad.
En el desarrollo económico las mujeres en su mayoría solo participan en niveles bajos de la estructura de mando. A muchas mujeres se les sigue negando el crecimiento económico, político y de liderazgo.
A veinticinco años de Beijing… ¡Me dueles México también por las propias mujeres que no conocen su grandeza y cuando se empoderan no saben qué hacer con su libertad!
“El acto más valiente para una mujer, es pensar por sí misma y en voz alta” Coco Chanel