Los derechos humanos y su doble dimensión
En opinión de Hertino Avilés
Cuando se hace mención de los “derechos humanos” en un contexto social, no siempre se hace referencia únicamente a las normas jurídicas existentes sobre la materia. Esto es así, ya que el enfoque que se le da algunas veces a la palabra, es más bien axiológico, que alude a los valores que más aprecian la humanidad, es decir, los derechos humanos además de normas jurídicas representan valores fundamentales en la vida de cualquier individuo y en sus relaciones con la sociedad.
Es importante precisar, que el concepto “derechos humanos” tiene un doble significado, es decir, derechos humanos como valores y derechos humanos como normas, ambas pueden emplearse intencionalmente por separado o bien puede utilizarse, consciente o inconscientemente, con las dos acepciones en la misma frase. Por ejemplo, cuando un individuo señala que se han violentado sus derechos humanos por alguna autoridad, además de significar que la autoridad en cuestión, está trasgrediendo el orden jurídico para una sociedad, aquel que afectó sus derechos, faltó también, a los valores de la humanidad, de ahí que su concepto vaya más allá de lo jurídico.
Los derechos humanos, en un sentido ético, son un conjunto de valores que se desprenden de la propia naturaleza y dignidad del ser humano.
En su sentido jurídico, los derechos humanos, son los valores, que se encuentran plasmados en las leyes y los mismos se encuentran protegidos por las autoridades tanto internacionales como estatales, convirtiéndose en derechos positivos y subjetivos; positivos al estar consagrados expresamente en normas jurídicas y subjetivos al ser derechos que los seres humanos pueden exigir a las autoridades.
Es importante conocer la doble dimensión del significado de los derechos humanos, ya que esto permite evitar confusiones que suelen presentarse si se analiza el concepto desde una sola de sus perspectivas.
La importancia, de la distinción de dichos conceptos, es algo que va más allá de los aspectos teóricos, ya que en la práctica, la dimensión axiológica de los derechos humanos sirve de fundamento para la gran mayoría de los organismos que protegen estos derechos a través de recomendaciones que necesitan de obligatoriedad legal, pero gozan de una fuerte indicación moral, ante la cual, en algunos casos, las autoridades pueden ceder para revalorar sus decisiones.