Las redes sociales, ¿engendro o herramienta? Cuando el activismo virtual paraliza al activismo real.

Las escenas grabadas no pertenecen a una película de acción, pero la fidelidad de las imágenes capturadas en las que un grupo de ladrones asaltan una joyería, en pleno dia en el Centro Histórico de Cuautla, así como posterior persecución por las calles del centro histórico de la ciudad parecen ser sacadas de un film de Tarantino, o la clásica “Tarde de perros” que hizo famosa Robert de Niro.

Y es que a través de las redes sociales, y gracias varias personas que persiguieron a los asaltantes celular en mano arriesgando su propia integridad física, miles de personas en este país pudimos ver casi al momento, el asalto y la intervención policial que terminó con varios delincuentes detenidos y uno de ellos muerto en el operativo.

Debo reconocer que más que el asalto, pues la violencia cotidiana ha afectado mi capacidad de asombro, a mi me sorprendió mucho más, la manera en que una persona armada únicamente con su teléfono celular persiguió, exponiendo incluso su vida, a los ladrones que escapaban.

Puedo presumir que los cinco minutos de fama en las redes sociales, bien le valieron correr ese riesgo. Y ni qué decir de las personas que tuvieron la paciencia para grabar la manera en que los delincuentes entraron y amagaron a los responsables de la joyería, en lugar de usar su teléfono inteligente para dar aviso a la policía.

Estas escenas que son pan de cada día, muestran la manera en que las redes sociales han transformado nuestras vidas y la paradoja de que nuestra intensa actividad virtual afecta e incide en la paralización de  nuestras actividades reales.

“El nuevo hombre teclea en lugar de actuar”, como bien lo ha señalado muchas veces el famoso filósofo coreano Byu Chul Han. Por ello la indignación se queda en nada, genera solo ruido pero ninguna voz ni ningún público articulado, sentencia.

Eso sin dejar de reconocer los beneficios que las redes sociales y el internet han traído a nuestras vidas y que ha quedado demostrado, especialmente  en esta crisis sanitaria mundial, que muchas de las actividades sustantivas del ser humano no habrían sobrevivido a no ser por la tecnología y las redes sociales. Hoy somos menos felices y menos productivos porque somos adictos, afirma Justin Rosenstein, excolaborador de google y facebook y creador del famoso botón “me gusta”.

En el documental denominado “El dilema de las redes sociales” Rosenstein, es uno de los entrevistados más críticos de la manera en que las redes sociales han cambiado a nuestra sociedad, pues afirma que, para las grandes corporaciones tecnológicas los usuarios de las redes sociales no somos los clientes, si no el producto y es nuestra permanencia en las redes lo que se vende a los anunciantes.

El experto, que ahora se dedica su tiempo a una iniciativa sin fines de lucro llamada One Proyect, que promueve entre otras cosas una aplicación para mejorar la productividad, así como una iniciativa global para diseñar e implementar nuevas formas de gobernanza y economía, da recomendaciones concretas para contrarrestar los efectos negativos de las nuevas tecnologías,  como promover las relaciones personales y esforzarnos en usar nuestra atención consciente, tener conversaciones cara a cara.

Justin Rosenstein, afirmó en entrevista con la BBC que, “Yo espero que la gente se de cuenta de que tiene más opciones, una vez que eres más consciente de lo que hace la tecnología -de cómo nos  está polarizando, desinformado-, y como tú como individuo puedes retomar el control sobre tu vida en las redes, puedes empoderarte y tomar decisiones”.

Ignoro, si la difusión masiva que alcanzó el asalto de la joyería de Cuautla, va a incidir en la disminución de los índices de inseguridad en Cuautla, pero de todo esto, lo bueno que podemos tomar es el hecho de que se ponga en la mesa de discusión la inseguridad cotidiana que se vive en la entidad y el país y que por lo menos en Morelos no ha mostrado indicios de disminución.

Un youtuber para Altavista.

En Cuernavaca, concretamente en la colonia Altavista, haría falta tal vez un youtuber que arriesgando la vida pusiera en la opinión pública la situación de inseguridad que de tan cotidiana se ha normalizado. En las últimas semanas, con mayor intensidad,  esta zona ha sido territorio minado de la delincuencia organizada. Tenderos, dueños de misceláneas, tortillerías, carnicerías y otras personas que se ganan la vida de manera modesta han sido afectados no solo en su patrimonio, sino en sus vidas por la delincuencia organizada.

Es vox populli, entre los habitantes de esta parte de Cuernavaca que en las últimas fechas personajes que se transportan en motocicletas tienen asolada a una buena parte de la población a quienes ofrecen préstamos sin aval y con bajos intereses para salir de algún problema económico y cuando hay algún retraso lo pagan con su vida.

Desgraciadamente, creo que un youtuber no sería suficiente para enfrentar un problema tan serio y tan arraigado en muchos espacios de la sociedad morelense, pero ahí se los dejo, con la invitación para que lo discutamos y hagamos un llamado a las autoridades para enfrentar el problema de manera integral.

Usemos las redes sociales con inteligencia, para apoyar a Cuautla o Altavista. Cobremosle el hecho de que, de manera gratuita y voluntaria y sin conocer los destinatarios, como lo dice Byu Chul Han, “todo lo que publicamos es susceptible de empaquetarse y venderse en forma de datos. Es decir, no solo nos explotan durante el tiempo de trabajo, sino también a toda la persona, la atención total, incluso la vida misma (...)