Exigen mayor seguridad comerciantes de Cuautla
Son víctimas constantes tanto ellos como transeúntes, de la delincuencia organizada
Cuautla, Mor. - Comerciantes del callejón Francisco Manzo, del centro de Cuautla, exigen mayor seguridad, ya que son víctimas constantes tanto ellos como transeúntes, de los delincuentes, que continuamente les roban ya sea mercancía o los asaltan, sin que se detenga a los criminales. En representación de estos comerciantes Judith Marie Camacho señaló que los principales problemas son de seguridad y la limpieza de ese lugar.
Para combatir la inseguridad, entre ellos se están organizando a través del toque del silbato y de esta manera ponerse en alerta cuando ocurra un delito, a fin de auto protegerse de los delincuentes, que semanalmente los acosan. Denunciaron que ya han hecho reportes a la Policía Morelos, sin que acudan a realizar operativos o que investiguen qué es lo que sucede cuando les hacen los llamados.
Expresó que ellos han impedido que se instalen ambulantes en el callejón, porque ellos pagan impuestos, renta, entre otras cosas, por lo que no dejan que se contamine; “ya tenemos problemas con gente que por las noches se orina o se queda a dormir, sobre todos los borrachos, para que todavía dejemos que haya gente extraña que quiera ocupar algún especio, como sucede en otros lugares”.
Detalló que entre los mismos comerciantes se han organizado para instalar una videocámara de vigilancia para detectar a los delincuentes, “hemos detenido uno que otro que lo hemos entregado a la Policía Morelos; no podemos hacer dos labores, somos vendedores, no vigilantes. Aun así, tenemos que protegernos”.
Sostuvo que además de los delincuentes que se roban algún celular o cadenas de los transeúntes, también enfrentan el problema con las llamadas “farderas”, que se meten a los negocios. Son más de 3 las que llegan, “y tenemos que estar, como se dice ‘ojo avizor’, para evitar que nos roben la mercancía”.
Solicitaron el apoyo de parte de las autoridades, para que cuando las llamen, atiendan el problema, a fin de que se pueda hacer una limpieza de esos delincuentes que “semanalmente hacen sus fechorías sin que nadie los detenga”.