En la cárcel no hay festejo por el ¨Día de las Madres¨
Cuenta su experiencia Laura, una de las tantas privadas de la libertad
Cuautla, Mor.- “Cómo se extraña a los hijos; tengo ganas de poder abrazarlos, de cargarlos, de besarlos; no puedo, me lo impiden estas 3 paredes y esas rejas, que son, además de mis compañeras, mi únicas compañías. Acá, acá no hay nada, más que los recuerdos cuando podías cargar a los hijos, cuando les daba de comer; a veces, hasta los ibas a dejar a la escuela; hoy nada de eso puedo hacer”.
Así lo relata Laura, una de las tantas presas que, en la víspera de celebra el 10 de mayo, el “Día de las Madres”, esperó con ansias la llegada de su madre; “cuando menos a ella la pude abrazar; sé que no nos lo permiten por eso de la pandemia del coronavirus. Cuando se descuidan los custodios, entonces podemos, aunque sea a ella, para que ella también abrace a mis hijos, les recuerde que los extraño mucho”, puntualiza Laura, una de las tantas reclusas recluida en una cárcel.
Ella como otras, como Carmen, que también está ahí, solo viven del recuerdo, de las noticias que les llevan los familiares; de lo saludos que les envían sus hijos, que aun la recuerdan, y que la extrañan mucho. “Ellos te lloran, quisieran verte, siempre preguntan cuándo vas a regresar”, le dice la madre, que lleva la comida, que convive unas horas con su hija; es domingo, es hora de visita, aunque quizá mañana, también las dejen entrar.
Laura, como otras presas más, fue parte de una acción de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro, está ahí encerrada, sin poder ver a su hijos, 2 niños de 4 y 6 años, que se quedaron a resguardo de la abuela, de la madre de Laura. Por el espacio, no le permiten que los niños puedan entrar a verla, “sé que hay otros reclusorios en donde, hasta se les permite a los niños, hasta cierta edad, vivir con uno”.
Tampoco les permiten que pasen objetos, ni los teléfonos celulares, nada de eso está permitido en los reclusorios de la región. ¿Regalos, recuerdos? Solo que le digas al custodio que es por un momento; aunque la verdad es que no lo permiten.
“Acá la vida es difícil, el tiempo parece que no pasa; nos damos cuenta que es un día, porque vamos ahí marcando; porque llegó la noche. A veces platicamos, otras nos dedicamos a las faenas, recordamos a los hijos; los tiempos en que íbamos de un lado a otro”, destaca.
Dicen que también celebran el 10 de mayo, el “Día de las Madres”, aunque sea con recuerdos; “tampoco creas que nos daban muchos regalos, lo clásico, eso sí, que la plancha, la licuadora, de esos electrodomésticos, que nos recuerdan que nosotras tenemos que seguir trabajando. Porque, aunque sea 10 de mayo, de todos modos cocinábamos, de todos modos atendíamos a los niños, o qué, tú crees que ellos se hacían cargo de los niños”, resaltan.
Así, entre rejas, entre 3 paredes, encerradas, recuerdan el 10 de mayo, el Día de las madres”. “Antes cuando menos venían los que son candidatos, se tomaban la foto, traían algún regalo, nos saludaban y se iban; ahora, creo que ni se acuerdan que existimos”, destacan, con una sonrisa sarcástica.