Ediles lucran con la necesidad de vivienda: Maricela Jiménez
Presentará un proyecto de decreto que prevé evitar daños a las áreas boscosas y la expedición de ¨permisos anómalos¨
Se trata de una adición al precepto 137 Bis de la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano Sustentable
¿Una iniciativa parlamentaria detendrá los asentamientos humanos en zonas naturales? La diputada de Movimiento Ciudadano, Maricela Jiménez Armendáriz, pretende, por esa vía, contener este ilícito, así como las “construcciones irregulares”. Los ediles lucran con la expedición de permisos.
La congresista detalló que el documento (con proyecto de decreto) prevé evitar daños a las áreas boscosas y la expedición de “permisos anómalos por parte de autoridades municipales”. Se trata, en específico, de una adición al precepto 137 Bis de la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano Sustentable del Estado de Morelos.
La reforma propuesta por la legisladora “… busca prohibir la construcción de todo tipo de obra en bosques, barrancas, cerros, montañas, reservas ecológicas, laderas, relieves, pendientes y cualquier zona de riesgo”.
De igual forma, el propósito del instrumento “es preservar el medio ambiente, así como regular los asentamientos humanos y el desarrollo ordenado, equilibrado y sustentable de nuestro estado, cuidando siempre la integridad de todas y todos los morelenses”.
En su exposición de motivos, la legisladora destacó que algunos reglamentos municipales en la materia prohíben las obras en zonas de riesgo, irregulares, federales y áreas protegidas, sin que ello detenga la expedición ilegal de estas licencias de construcción, las cuales “dejan jugosas sumas para unos cuantos funcionarios municipales que se manejan en una ola de corrupción sin ser sancionados”.
En ese contexto, Jiménez Armendáriz dijo que el 68 por ciento de la vivienda en el estado de Morelos se edifica “de manera irregular y actualmente existe deterioro y destrucción de nuestro territorio”, el cual ha venido acrecentando durante las últimas décadas, como consecuencia del “explosivo incremento de la población humana y del desarrollo urbano”.
“Nuestros bosques y barrancas se han visto invadidos por construcciones de viviendas los últimos años, que han destruido y contaminado estos reservorios de vida silvestre nativa que funcionan como pulmones de las ciudades, sitios naturales de escurrimientos pluviales y fluviales, por lo que representan zonas importantes del ciclo hidrológico y biogeoquímico y que deben ser conservadas por el Estado”, insistió.
Por ello, hizo un llamado a sus compañeros legisladores y a la ciudadanía a ser sensibles a esta problemática e incorporar a la normatividad y en la vida cotidiana, la cultura de la planeación con una conciencia territorial del desarrollo con enfoque integral y sustentable, apegada a la agenda 2030, “ya que de ello depende, en gran medida, el futuro de nuestras urbes”.