Delincuencia organizada y los menores
En opinión de Hertino Avilés
Los altos índices de violencia, es un problema que persiste en México desde hace varias décadas, sin embargo, en los últimos años esto paso de ser un tema del ámbito privado a convertirse en un problema del ámbito público; puesto que pasamos de ver asesinatos de hombre que oscilaban entre los 18 a 55 años, a ver asesinatos de menores de 18 años.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) ha revelado que diariamente en México son asesinados 7 menores de edad y 3.6 casos en promedio son homicidios dolosos.
De acuerdo con Redim, del total de asesinatos de menores de edad, el 80% corresponde a hombres. Mientras que los feminicidios contra niñas y adolescentes, aumentaron en 39% en el primer cuatrimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2019.
Es decir, señala la organización, que el país pasó de siete feminicidios de menores al mes, a 12 o 14.
Situación que ocurre, puesto que en la actualidad las células delictivas se han dedicado a reclutar menores en las filas del crimen organizado, ya que en México los menores de 12 años no pueden ser enjuiciados por los delitos que comentan, y los mayores de 12 años y menores de 18, solo alcanzan penas de 7 a 9 años de internamiento; aunado a que en la actualidad y con el avance desmedido de la tecnología, ha permitido que menores de edad tenga un acceso sin control a las redes sociales, medios por los cuales se ha facilitado el contacto con personas dedicadas al narcotráfico.
Aunado a que, en la actualidad, las llamadas narco series han embellecido el narcotráfico, dejando deslumbrados a los niños, con una vida lleno de lujos y comodidades; situación que ha traído como consecuencia que los menores en búsqueda de una falsa libertad y una salida económica falsa, se enlisten en el mundo del narcotráfico.
Si bien, nuestras autoridades han adquirido compromisos tendientes a radicar los altos índices de violencia que se comenten en contra de los menores, no menos cierto es que, para que estos tengan efecto hace falta mucho, puesto que falta se legisle más en este tema, y se tomen más acciones tendientes a buscar un sano desarrollo de los menores.
Pero no podemos dejar todo en manos de nuestras autoridades, ya que como padres de familia tenemos la obligación moral, de educar a nuestros hijos con valores sólidos, y cuidar que es lo que nuestros hijos ven en televisión o en sus aparatos electrónicos; puesto que uno de los factores más importantes para que los menores decidan tomar las salidas fáciles, lo es la indiferencia de sus padres para con ellos.
Máxime, que ante la realidad del México que nos encontramos viviendo no permite que uno de los padres sea el único que trabaje, lo que ha traído consigo que tanto el padre y la madre salgan a trabajar para poder dar una vida decorosa a sus hijos, dejan a un lado la importancia de estar cerca de sus hijos y de su educación.