Artesanos de Cuautla aseguran que están a punto de extinguirse
Jorge Rafael Sánchez 
Cuautla, Mor.- "De 2018 a la fecha, muchos artesanos han dejado su trabajo. Teníamos un padrón de alrededor de 60, pero hoy en día ya somos a lo mucho 30; los artesanos están dejando de trabajar, precisamente porque las ventas se han vuelto muy complicadas", informó la asociación civil Artesanos Morelenses Cuauhtlán A.C. La comunidad artesanal del municipio de Cuautla enfrenta una crisis que la mantiene al borde de la extinción apuntó Alán Sánchez Rangel.
La disminución en el número de artesanos activos se debe a varios factores, incluyendo la caída en las ventas y la falta de apoyo para promocionar y vender sus trabajos. En el Centro Histórico de Cuautla, específicamente en la antigua estación del ferrocarril interoceánico, los vendedores cuentan con módulos en los que venden artesanías y manualidades todos los días, pero pocos de ellos tuvieron la posibilidad económica de pagar por ellos, mientras que la mayoría fue incapaz de costear las estructuras.
Muchos no tienen este espacio. Afortunadamente, a nosotros nos dejan exhibir nuestros trabajos en estos carros, pero muchos maestros no tuvieron la oportunidad de adquirirlos por el tema económico y se tuvieron que retirar", refirió.
Además, sostuvo que muchos artesanos se han rendido en la ardua tarea de dar vida a una pieza artesanal que identifique a Cuautla, como el barro a Tlayacapan o los cuexcomates en miniatura de la comunidad de Chalcatzingo, en Jantetelco. En este sentido, el representante de la asociación civil reconoció la necesidad de que el colectivo eleve la calidad de sus obras, para seguir atrayendo el turismo.
"La artesanía se vende muy poco, porque muchos compañeros sí son artesanos y están certificados, pero dejan de elaborar su trabajo artesanal porque lo que más se vende a lo mejor es el suvenir o una manualidad, pero tratamos de hacer un trabajo más artístico", aseveró.
Insistió que con un padrón que disminuyó de 60 a unos 30 artesanos en cinco años, para esta actividad no sólo representa un golpe económico sino también una amenaza a las tradiciones de la región. “Necesitamos que haya una mayor promoción, apoyo económico y que se impulse esta actividad, que en pocos años, de no suceder otra cosa, va a desaparecer”, abundó.
