Amistad política
En opinión de Mirna Zavala
Con el inicio del segundo año de trabajos legislativos y sin acuerdos para integrar la nueva mesa directiva e integración de las comisiones, es de reconocer la importancia de la recuperación de la política como instrumento privilegiado para el diálogo y el consenso. Aristóteles señalaba que la esencia de la política es la amistad y así es; más, este tipo de amistad política no sólo tiene la dimensión de verificarse entre iguales, sobre todo ha de darse entre diferentes y diversos. Tiene la virtud de encontrar a los diferentes y los opuestos. No solo por razones de intereses comunes sino por tareas iguales de representación política.
En una democracia la razón de ser de la política tiene que ver con devolver a la ciudadanía, transformados en bienes y servicios, la confianza depositada en las urnas de un futuro mejor, de una mejor ciudad entre iguales perfectamente diferenciados, porque somos una sociedad dinámica en la que se encuentra la naturaleza humana en lo que tiene de igual y de diversa, pero que sobre todo ha de vivir en libertad y con derechos humanos a salvo de irresponsables tentaciones de privación.
En regímenes autoritarios no hay cabida para la amistad política porque la dominación de quien gobierna se asienta en la absurda imposición unilateral de una visión del mundo y de la vida, tal como ocurre en los sistemas comunistas, militares o totalitarios, entre otros.
Recuperar la amistad política es tan urgente para avanzar en el desarrollo del estado como el aire que necesitamos para respirar y vivir.
La tarea que me he impuesto para este año legislativo que comienza es la continuación de esta estrategia para mejorar el funcionamiento del congreso. No es cosa menor y sin dudas una tarea tiránica, a la que con convicción he de contribuir con toda energía y dedicación.
Pero sobre todo el compromiso de seguir contribuyendo a la mejoría de los morelense aún cuando el congreso desista de su función primordial.