Un ejemplo y punto
En opinión de César Daniel Nájera Collado
El pasado miércoles 24 de julio, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, (recordemos que la isla es un territorio bajo la soberanía del Congreso de los Estados Unidos, por lo que tiene gobernador y no presidente), anunció su renuncia al cargo que se hará efectiva el viernes 2 de agosto. Todo esto en respuesta a las manifestaciones multitudinarias que miles de puertorriqueños realizaron después de que se filtraran comentarios discriminatorios y ofensivos por parte de Rosselló y colaboradores del gabinete en un chat de la aplicación Telegram. También, los manifestantes mostraron descontento en relación a varios escándalos de corrupción que enfrentaba el mismo gobierno.
La importancia de este tema, aparte de los hechos ya mencionados, es que a pesar de recibir violencia proveniente de los policías, las manifestaciones se mantuvieron completamente pacíficas. No se disparó un solo cartucho y no se agredió a ninguna autoridad. La fuerza más grande de los puertorriqueños fue su unión, cosa que junto con la solidaridad, los llevó a alcanzar su cometido. Espero sinceramente que esto sirva de ejemplo para todo el mundo. Las batallas no se ganan con armas, al menos no sin caer en la hipocresía. Las batallas se ganan con raciocinio, determinación, y sobre todo, congruencia. Si los líderes son violentos, intolerantes, y por ende, inútiles, no hay inteligencia en comportarse igual.
¡Viva Puerto Rico! ¡Viva la unión! ¡Viva la humanidad!