Recibe patente por desarrollo de compuesto antibiótico, la UAEM
La Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) recibió un título de patente por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), por el proyecto Nuevos compuestos análogos de la Anfotericina y composiciones farmacéuticas que lo contienen, un trabajo desarrollado en colaboración con el Instituto de Ciencias Físicas (ICF) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Mario Fernández Zertuche, profesor investigador del Centro de Investigaciones Químicas (CIQ), informó que el proyecto se trabajó en colaboración de la profesora investigadora de la Facultad de Farmacia (FF), Lourdes Rodríguez Fragoso.
El investigador detalló que dentro de la búsqueda de agentes antifúngicos derivados de la Anfotericina B, “un antibiótico muy potente para el tratamiento de enfermedades pero que es muy tóxico”, se inició el proyecto orientado a entender el mecanismo de formación de canales iónicos en membranas celulares, “de donde surgió la necesidad de ir probando las propiedades de los derivados”, dijo al exponer que de esa manera se llegó a un compuesto denominado A21 con las mismas propiedades del antibiótico pero 50 veces menos tóxico.
Derivado de ese proyecto multidisciplinario se recibió en días recientes el título de patente, donde participan activamente estudiantes e investigadores de las tres instituciones.
“Por la importancia que tuvo esta molécula hace algunos años se decidió patentarla para protegerla junto con otras que igualmente se prepararon con este objetivo, de todas estas, sin duda alguna el llamado A21 es el compuesto más importante y es que le tiene mejor perfil farmacológico, se decidió patentarlo y recientemente nos llegó el título de patente, ya solo estamos a la espera del título de propiedad”, dijo el investigador.
Fernández Zertuche explicó que con el descubrimiento de esta molécula se abre la posibilidad de hacer tratamientos con este medicamento sin necesidad de que en un momento dado se suspenda su medicación por los efectos tóxicos, “además brinda la posibilidad de tratamientos más prolongados hasta poder contrarrestar la infección”, dijo el investigador.
Mario Fernández comentó que lo que se pretende es comercializar A21 y adelantó que en este momento, se encuentran en negociaciones con algunas empresas interesadas, “puesto que se requiere de inversiones mayores con las que no contamos y esperemos que a futuro próximo se pueda dar alguna noticia en este sentido”, concluyó.