Por «privilegios» y «poder», la disputa interna en el Congreso
La disputa interna en el Congreso, a consecuencia de la sucesión de los órganos de control, se da por “privilegios” y “poder”, expresó el Colegio Morelense de Abogados.
En el caso de la Presidencia de la Mesa Directiva, que está presidida por el congresista del Partido Encuentro Social, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, determina “quién se va o se queda; quién obtiene beneficios”, afirmó Juan Juárez Rivas, jurisconsulto.
De igual forma, expuso que, desde la Junta Política y de Gobierno, se “negocia” lo que va a acontecer con el “Poder Judicial y el Ejecutivo” y, siempre, con el “beneficio de ellos mismos; nunca del pueblo”.
El abogado dijo que existe un Instituto de Investigaciones Jurídicas que no ha “producido”; se trata de una “estructura burocrática”; “son como becas que se otorgan a los amigos e incondicionales de los diputados”. “Eso no sirve. Eso se están disputando en el fondo: quién se queda con el presupuesto”. Las pretensiones financieras del Poder Legislativo ascienden a cerca de 460 millones de pesos, según lo informó, en su momento, el presidente Sotelo Martínez. Esto, desde la perspectiva de los abogados, simboliza un “exceso”.
Además, externó que los congresistas deberían “asesorarse mejor”, para que puedan rendir cuentas a quienes los condujeron a ese sitio; “se puede ser generoso desde el Congreso, y se pueden equilibrar las fuerzas económicas, políticas y sociales; para eso nace el Congreso”. Empero, adujo que, “desafortunadamente, es mayor la ambición de administrar el presupuesto, que de llevar esos equilibrios para que gobiernen”.
De la forma en que se encuentra ahora, en la disputa por los órganos de gobierno, opinó que no se “puede coexistir” ni vivir en armonía. Al preguntarle sobre qué calificación le pondría al desempeño de este poder, contestó: “cero… absolutamente cero. No tengo ninguna duda. Lo que se ha gastado en un año es dinero perdido”; lo cual, no se ocupó para “el beneficio de tantas cosas”. Al respecto, puso el ejemplo de la comuna de Cuernavaca, que se encuentra, hasta este instante, “sucio; llena de baches; ha perdido el prestigio que tenía, a nivel internacional; antes, cuando uno salía al extranjero, y decía uno que era de Cuernavaca, era envidiable”.
Concluyó que los integrantes de este órgano colegiado legislan a “espaldas y en contra del pueblo”; si una ley no es un factor de convivencia social, no sirve. “Los legisladores no saben legislar”. Buscan “acomodos”.