Observador político - Fracasó intento por restarle control político y económico a Morena
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
La reciente intentona por reformar la Ley Orgánica del Congreso del Estado puso de manifiesto las complejas dinámicas de poder y las prácticas cuestionables que prevalecen en la saliente legislatura LV; ya que, en medio de acusaciones de voracidad política y abuso de recursos, los actores principales parecen más interesados en asegurar su propia influencia que en servir verdaderamente a los intereses de la ciudadanía.
LA INTERVENCIÓN.- La gobernadora electa Margarita González Saravia, junto con Javier García "El Gato" y el coordinador de los diputados electos de Morena, Rafael Reyes Reyes, y la vital intervención de Agustín Alonso, se vieron obligados a intervenir para contener la creciente ambición de los legisladores actuales.
Ayer, durante la sesión, el diputado Agustín Alonso, fue un operador clave de Morena y sus aliados, porque por el se logró persuadir a sus compañeros de que la reforma propuesta era inviable, argumentando la falta de votos necesarios para su aprobación; esta situación reveló un juego de poder interno donde las lealtades partidistas y personales superan cualquier intento por promover la transparencia y la rendición de cuentas.
Y es que, la denuncia de presuntas ventas de espacios en comisiones legislativas por sumas exorbitantes, como la mencionada por Martín Pérez Bello del Colegio de Abogados, arroja luz sobre prácticas que socavan la integridad del proceso legislativo, un ejemplo de ello, fue la distribución selectiva de recursos públicos a municipios vinculados con familiares de diputados, como el caso del presidente de la Mesa Directiva, Francisco Sánchez Zavala, quien supuestamente benefició a su hermano con fondos para obras, subraya la falta de imparcialidad y el aprovechamiento indebido de recursos estatales.
Lo cierto, es que es preocupante observar cómo los intereses partidistas continúan primando sobre el bienestar colectivo, más con la iniciativa de reforma que buscaba evitar que Morena y sus aliados mantuvieran un control simultáneo sobre la Junta Política, la presidencia de la Mesa Directiva y la Comisión de Hacienda. Empero, esta medida fue impulsada y que al final se convirtió en un fracaso para los impulsores de la iniciativa lideradas por figuras como el panista Óscar Cano Mondragón y el priísta Eliasib Polanco Saldivar, quienes parecen más interesados en preservar el statu quo que en fortalecer las instituciones democráticas.
VORACIDAD Y SAQUEO DEL ERARIO, SINÓNIMO DE LA LEGISLATURA LV.- En los últimos años, los legisladores locales han exhibido una voracidad insaciable por el dinero del pueblo, este comportamiento se manifiesta claramente en su afán por designar a nuevos magistrados y titulares de órganos internos de control en diversos organismos estatales, con la clara intención de colocar a sus leales y mantener el control económico de estas entidades paraestatales.
Es simplemente inconcebible e indignante que, después de años de dejadez, ahora los diputados salientes pretendan apresuradamente llenar estos cargos estratégicos justo antes de concluir su mandato. Esta prisa por nombrar a sus incondicionales revela una total falta de ética y de compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.
Resulta irónico que en un Congreso donde teóricamente debería primar la representación de la voluntad popular, sean las maquinaciones de los grupos minoritarios como el PAN las que determinen el rumbo de las decisiones legislativas, por ello, Morena, con su amplia mayoría, tiene la responsabilidad de utilizar ese poder para el bien común, no para consolidar redes clientelares y de influencia.
Es fundamental destacar la resistencia de los grupos parlamentarios minoritarios, como Acción Nacional, que a pesar de no ser la fuerza dominante, ha mantenido un control económico significativo durante años, apoyados por un grupo de leales y traidores de Morena que operan en la sombra. Este tipo de prácticas solo perpetúan un sistema político corrupto y distante de las necesidades reales de la ciudadanía.
En el contexto actual, donde la transición de poderes está en juego, es crucial que los nuevos legisladores electos junto con la gobernadora entrante Margarita González Saravia, impidan cualquier intento de seguir saqueando las arcas públicas bajo la fachada de legalidad; lo cierto es que el verdadero cambio vendrá no solo de promesas vacías, sino de acciones concretas que promuevan la justicia social y la verdadera democracia participativa.
REVÉS A LAS AMBICIONES DE MAGISTRADOS DEL PODER JUDICIAL.- A solo dos sesiones de concluir su periodo legislativo, los diputados del Congreso del Estado se encontraban inmersos en un debate acalorado e inconcluso sobre las reformas propuestas al Poder Judicial. Al final, también fueron frenadas la voracidad de los magistrados quienes intentaban blindarse ante las reformas federales al Poder Judicial, y ante el supuesto de destituciones, obtener su haber de retiro, es decir, más dinero para ellos sin pensar en la afectación social en general.
Por ello, la diputada Mirna Zavala Zuñiga, representante del partido Morena, destacó que el principal obstáculo para alcanzar un consenso radica en aspectos financieros, especialmente en lo concerniente al haber de retiro para los magistrados, reconoció que era inviable esta propuesta porque no había las condiciones ni los consensos para ello.
Según Zavala Zuñiga, los legisladores continuaban evaluando y discutiendo la propuesta de reforma, la cual guarda estrecha relación con las iniciativas federales actualmente en debate en el Congreso de la Unión. Sin embargo, la falta de acuerdo persistió, y su intento por protegerse legalmente con el respaldo de los legisladores, de igual manera fracasó porque la reforma no estaba madura.
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