Habitantes del sur subestiman covid-19
Insisten en la adopción de las medidas sanitarias básicas: higiene general
Los posibles contagiados optan por el cautiverio, en vez de atenderse
La mayoría de habitantes de la zona sur no acude al hospital “Ernesto Meana San Román” a atenderse ante posibles cuadros de covid-19; optan por el cautiverio y, de esa forma, los contagios se acrecientan, afirmó el director Jorge Sánchez García.
Adujo que el presidente municipal “ha implementado” acciones en las comunidades, a efecto de insistir a que asistan al hospital; empero: “no va… la gente se queda en su domicilio y se expone más…”.
Asimismo, indicó que es necesario que, ante cualquier síntoma, concurran al nosocomio: “no se dejen llevar por los familiares; que se quieran curar ellos mismos en su domicilio…”. Recordó las medidas sanitarias: lavado de manos, higiene personal, “en el domicilio y el cubre-bocas”.
Al preguntarle sobre las despensas que se llevan (de manera altruista) a los poblados de la zona, el galeno contestó que “víveres no los estamos aceptando, porque son un medio de contagio; no sabemos cómo se producen…”. Sólo han aceptado “ayuda del gobierno del estado y del presidente municipal de Jojutla y la diputada Xochiquetzal (Sánchez Ayala, del Partido Humanista)”.
Recomendó a quienes dan despensas lo siguiente: “lavar la fruta y la verdura con agua y jabón, clorar el agua: con esos es suficiente”.
Se reveló que los pacientes están aislados; los familiares no pueden establecer comunicación, a consecuencia de las medidas y los protocolos dictados por las autoridades de las secretarías de salud federal y del estado.
Trascendió que en esas condiciones se encuentran también los hospitales de Axochiapan, Tetecala y la clínica 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Zacatepec.
En su momento, la diputada humanista lamentó que por lo delicado de la misma situación las familias sean separadas de los pacientes, por lo que se pretende contribuir a que se logre comunicación de ambas partes, por lo menos en forma virtual, para “animarlos y ayudarlos moralmente a salir adelante o, en el peor de los casos, “despedirse como se debe”. Advirtió que “es tiempo de actuar, de proponer, pero con prisa, como lo exigen las circunstancias… Es tiempo de solidarizarnos, ser humanitarios, comprender el sufrimiento y sacrificio de ambas partes…”