De aquéllas a quienes no se permitió parar este 9M

De centros de salud a las grandes cadenas de comida, pasando por tiendas y hasta los templos
Una mujer, de origen indígena, cargaba desde temprana hora un pesado encargo, y esperaba el paso de la ruta

De aquéllas a quienes no  se permitió parar este 9M
Estas mujeres fueron captadas en Cuernavaca este histórico lunes 9 de marzo, trabajando. En la calle, la iglesia, centros de salud y grandes establecimientos, muchas féminas debieron presentarse a laborar.

Fueron muchas las mujeres en el estado que, al contrario de otras en Morelos y el país, no pudieron sumarse, al menos activamente -sin moverse- al inédito paro femenil de este 9 de marzo.

Algunas no pararon acaso por convicción, pero muchas otras, sin duda, no lo hicieron, porque sus patrones no quisieron perder su ingreso cotidiano, aparentemente más importante para ellos que permitir a sus trabajadoras impulsar, con su ausencia, este llamado a despertar ante las injusticias de género.

En un recorrido de El Regional por distintos puntos de Cuernavaca, se pudo constatar que numerosas féminas sostuvieron este martes sus jornadas laborales con normalidad. Desde pequeños negocios, hasta uno de los perteneciente al hombre más rico de México. Pero también en dependencias gubernamentales e incluso en un templo católico, las mujeres que diariamente ahí se desempeñan, este lunes 9 fue otro día rutinario.

Una mujer, de origen indígena, y presumiblemente dedicada al trabajo doméstico, cargaba desde temprana hora un pesado encargo, quizá de la patrona, y esperaba el paso de la ruta que la llevaría a su destino. A dos cuadras, una indigente se acomodaba junto a Palacio de Cortés, para esperar también este día 9, la caridad de quien se comidiese.

 

Hasta en la iglesia

Muy cerca de ahí, en el templo dedicado a la Tercera Orden Franciscana, en el predio de la catedral de la diócesis de Cuernavaca, dos religiosas se encargaban de los cánticos en la misa de 7:30. Esto, pese a que la Conferencia del Episcopado Mexicano anunció su “autorización”, a fin de que las hermanas y las laicas se sumaran al paro con tanta antelación anunciado. Una menor, acólita, auxiliaba al cura, en este día de asueto de clases.

 

Las grandes tiendas

Las grandes cadenas de tiendas de conveniencia no respaldaron, en la práctica, la histórica actividad. En Soriana de La Selva y Fresko (del grupo Comercial Mexicana), en Plaza Bugambilias, las cajeras y personal femenino trabajó como diariamente lo hace.

 

A trabajar para los Vi Ai Pi

Dos de las más grandes cadenas restauranteras, Vips y Sanborn’s (este último, propiedad del grupo Slim), donde son las mujeres empleadas las que atienden las mesas (al parecer, no es adecuado, según su visión, que tal sea una labor masculina), ordenaron a sus ejércitos de trabajadoras acudir sin contratiempos. En las sucursales del centro de esas firmas, y la de Plaza Cuernavaca, de la segunda, lo constatamos personalmente.

 

Las burócratas sin derecho a faltar

Y pese a que el gobierno del estado autorizó a sus empleadas a no laborar ayer, ello no sucedió así en los puntos de atención médica, dependientes de los Servicios de Salud de Morelos. El personal femenino debió presentarse a laborar. Las recepcionistas, enfermeras, trabajadoras sociales realizaban sus funciones con normalidad, según se nos informó y personalmente pudo atestiguarse en el centro de salud del centro de Cuernavaca.

 

A través de redes sociales, se nos informó de una gran cantidad de negocios y oficinas donde, igualmente, las mujeres que laboran ahí fueron forzadas a presentarse. Será para el siguiente paro, ya anunciado, pero sin fecha, cuando quizá puedan sumarse quienes no tuvieron la posibilidad de hacerlo esta vez.