Acusan hostigamiento de Banco Azteca a morosos
A altas horas de la noche, les llaman y amenazan con embargarlos
A pesar de estar prohibido hacer cobros a altas horas de la noche a través de despachos de cobranza, Banco Azteca, ha iniciado campañas de hostigamiento y amenazas de embargo mediante llamadas telefónicas a sus deudores, denuncian varios de los afectados por esta empresa quienes exigen la intervención inmediata de Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Los denunciantes quienes tienen en su poder videos y grabaciones de las llamadas consideran inapropiado que a altas horas de la noche, de forma insistente reciban llamadas telefónicas en las que les indican que van a iniciar con procesos de embargo en contra de ellos y sus fiadores porque no han realizado los pagos correspondientes, sin importarles que en estos momento, muchas personas hayan resultado afectados como consecuencia de la pandemia por el covid-19 lo que ha ocasionado y provocado el cierre de empresas y el despido de un trabajadores.
Por esta razón, los afectados que señalan han sido varios los casos que se han documentado exigen la intervención inmediata de la Condusef para frenar estas acciones de hostigamiento por parte de la empresa Banco Azteca, y se evite continuar con las amenazas de embargo y las llamadas telefónicas en horas inapropiadas.
Cabe señalar que las acciones para recuperar créditos vencidos que realicen los despachos de cobranza que trabajan con instituciones financieras lo tiene que hacer bajo nuevos estándares y prácticas en beneficio de los deudores y sobretodo, de aquellos que reciben llamadas sin ser la persona que buscan para cobrar.
De ahí que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros aprobó recientemente la emisión de disposiciones de carácter general aplicables a las entidades financieras en materia de despachos de cobranza, las cuales una vez publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF) entraron en vigor, con la finalidad de que los bancos tengan que hacer los ajustes necesarios a sus sistemas y forma de operar en materia de cobranza.