A Nivel Banqueta - Cuernavaca, ¿y los parques?

En opinión de Francisco Valverde Prado

A Nivel Banqueta -  Cuernavaca, ¿y los parques?

¿Qué representan los parques para una ciudad? ¿Se puede hablar de una ciudad que tenga algo que ofrecer y no cuente con espacios en los cuales realmente se pueda ir a caminar, descansar, o pasar el tiempo?

 

Sabemos que existen parques en Cuernavaca, pero de muy mala calidad y cero inversión. No contamos con un programa serio de mantenimiento o creación de espacios en los que podamos leer, andar en patineta o simplemente estar.

 

Una de las ideas más importantes detrás de un parque, espacio o jardín, es que no tenemos que poseerlos para tener derecho a disfrutarlos. Hablar del espacio público es hablar del bien común, del espacio de todos, más allá de clases o grupos sociales. Imaginemos una ciudad en donde el espacio sea mayoritariamente privado y el único espacio público sean las calles que en su mayoría, son espacios pensados para el automóvil. ¿Con qué nos quedaríamos? ¿Podemos pensar que una urbe como ésta puede brindar alguna forma de placer a sus habitantes? ¿Se imaginan si para que una persona pueda hacer uso de un jardín tenga que comprarlo? ¿Entonces a qué tienen derecho los más pobres? ¿Están destinados a vivir en pequeños cuartos a donde ni el sol llega?

 

Una ciudad insegura, es justo la antes descrita y Cuernavaca, en mucho se parece a una metrópoli sin espacio público o en el mejor de los casos, con espacios abandonados y en muy malas condiciones. ¿Cuándo fue la última vez que el Ayuntamiento de Cuernavaca llevara a cabo un proyecto de rescate y mejora del espacio público? ¿Cuándo fue la última vez que el gobierno de Cuernavaca inaugurara un parque que no se auto destruyera pocos meses después? Curioso, pero ahora que Morena gobierna Cuernavaca, dónde quedó la frase: “primero los pobres”.

 

Los presidentes municipales de nuestra ciudad, han hablado de todo, menos de lo que deberían: una agenda de ciudad que mejore la calidad de los ciudadanos.

 

En Cuernavaca, contamos con el Parque Chapultepec, Revolución y Melchor Ocampo (entre otros). Ninguno de ellos se encuentra verdaderamente al cien, ni tampoco parece importarle mucho al Ayuntamiento de Cuernavaca o al Gobierno de Morelos. Nuestros gobernantes se suben a un pequeño tabique y se emborrachan, salen corriendo a comprar propiedades o evadir alguna orden de aprehensión. Recientemente el Ayuntamiento de Cuernavaca, lanzó una iniciativa de reforestación y pobremente aparecieron algunos “arbolitos” sembrados en Río Mayo, la típica lona gritando la triste  acción y un programa más que no explica ni los alcances, metas ni objetivos. Sólo una idiotez más para postear en “el feis”.

 

Si tanto les preocupan los árboles de Cuernavaca, que tal si comienzan por resolver el problema de plagas que tienen muchos de ellos y que están a punto de morir. Una verdadera crisis ambiental.

 

Los presidentes municipales de Cuernavaca han hecho de todo menos para lo que fueron contratados: mantener a nuestra ciudad en óptimas condiciones. Quizás nada sabían antes de ser elegidos por la mayoría o quizás estaban más preocupados en ser gobernadores, diputados o simplemente actores de teatro, pero lo cierto es que poco han comprendido sobre lo que una ciudad representa y cómo su actuar tiene un impacto directo en la calidad de vida de miles de ciudadanos.

 

Sin espacio público, no hay ciudad. Peor aún, los grupos más poderosos económicamente hablando, terminan por determinar el rumbo de las mayorías. Por supuesto que el poder y el dinero importan y mucho, pero se requiere de un gobierno que pueda meter orden y no permita, por ejemplo: que exista un Oxxo cada veinte metros. Destruyendo nuestra identidad, cultura y patrimonio.

 

A Cuernavaca le urge recuperar sus espacios de manera honesta y genuina, no sólo para la foto o para postear en Instagram, sino para los ciudadanos de carne y hueso. Las plazas, mercados, esquinas, parques de bolsillo y aceras, era donde antiguamente la vida del barrio ocurría, el lugar donde la época de oro de nuestro país tuvo su verdadero inicio.

 

Si queremos algún día poder caminar en nuestras calles de forma segura, tendrá que ser caminando a través del espacio público. Solo en él, tendremos la oportunidad de una Cuernavaca distinta, una ciudad para todos. En donde los jóvenes tengan derecho a soñar con algo más que un cuarto de dos por dos metros, donde nada llega, salvo el narco. 

 

El primer requisito para tener una calle segura es el poder caminar en ella.

 

 

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