A Nivel Banqueta - 5 rápidas acciones para el próximo alcalde de Cuernavaca

En opinión de Francisco Valverde Prado

A Nivel Banqueta - 5 rápidas acciones para el próximo alcalde de Cuernavaca

Está por iniciar el 2021, año en el que estaremos viviendo de tiempo completo, las célebres campañas electorales. Para muchos de nosotros, las campañas políticas que hemos experimentado en Cuernavaca, se parecen más a la zaga: “Los Juegos del Hambre” que a la búsqueda por un mejor mañana. Una millonaria cacería en la que los ciudadanos somos una especie de “Pollitos en Fuga”, acompañados de su eterna  ilusión por que el mundo pueda ser vegano.

 

La realidad que está por visitarnos no es exactamente el antiguo ideal griego de un gobierno del pueblo, elegido por el pueblo. En la ciudad de Cuernavaca podemos decir que estamos a expensas de lo que a los partidos políticos convenga.

 

A diferencia de los candidatos y sus partidos políticos, los ciudadanos comunes y corrientes queremos una ciudad en la cual sea posible caminar. Poco o nada significa la izquierda o la derecha, los colores o las ideologías. Una ciudad limpia, ordenada y funcional es un concepto material, que en nada se parece a  una guerra  entre fifis y chairos. A pesar del enorme placer (sadismo puro) que miles experimentan al resentir una y otra vez, el odio que sienten por un supuesto responsable de sus males.

 

Más allá del mundo imaginario, existe una realidad que a todos nos toca por igual y que cualquier ciudadano bien podría preguntar a su amoroso candidato: ¿qué van a hacer con Cuernavaca, cuál es su proyecto y en qué tiempo lo harán? Quizás el que escribe sea un loco soñador por pensar que algo bueno puede pasarle a esta ciudad; de ser así, cerremos las puertas a cualquier posible cambio y que Cuernavaca harda eternamente. También existe otra posibilidad, la posibilidad  que muchos de nosotros ya estemos verdaderamente hartos de tanto ladrón incompetente y hagamos algo con nuestro cansancio: ¡cuestionar, exigir y participar!

 

Si todo lo antes mencionado tiene siquiera un poco de sinceridad, se vuelve urgente y necesario, proponer acciones que pueda y en verdad quiera llevar a cabo el próximo alcalde de Cuernavaca. Acciones que no son únicas, nuevas o potencialmente, descubrimientos científicos pero sí, valores indispensables de cualquier ciudad medianamente civilizada. De otra forma, continuaremos siendo una ruina tropical, una enorme aldea, o un conjunto de hordas y clanes que se matan entre sí para lograr subsistir.

 

Por todo lo anterior, les comparto cinco propuestas para hacer de Cuernavaca (en tan sólo 6 meses) un mejor lugar y sobretodo: ¡hacerla ciudad!

 

1. Terapia peatonal: recuperación del verbo caminar por medio de toda una red de banquetas y cruces seguros que redignifique al principal protagonista de nuestra ciudad: el peatón. ¡Peatones somos todos! Una Cuernavaca viva, segura y en paz, no será posible mientras el caminar sea un acto de rebeldía.

 

2. Una ciudad que se entienda: una correcta señalización, tanto vertical como horizontal. Señales que permitan que la ciudad se entienda y se lea. Por medio de ellas los ciudadanos podemos descifrar un espacio, aprendemos a respetar, convivir y seguir las reglas del juego. Si la ciudad no se entiende o no tiene una lectura clara, ¿cómo pensar en una convivencia armónica? ¿Si Cuernavaca fuera un libro, qué género nos gustaría que fuera?

 

3. Paz visual: poner orden en letreros, letreritos y letrerotes. Permitir sólo un cierto número de anuncios espectaculares y de cualquier tipo, en las distintas áreas de la ciudad. Desarrollar un nuevo fachadismo que sólo permita una paleta determinada de colores, letras y símbolos. Devolverle la identidad a cada una de las colonias y poblados de Cuernavaca. Una ciudad chula, guapa y sobretodo: que nos de sentido dé pertenencia.

 

4. Una Cuernavaca para estar: a nuestra ciudad le urge recuperar sus parques y áreas públicas que puedan hacer de La Eterna Primavera un lugar para estar y no sólo una ciudad de paso. Tanto pequeñas plazas, como parques ya existentes que puedan y necesiten mejorar su diseño. Necesitamos espacios públicos que inviten a estar, pensados por y para las personas. No es necesario ser dueño de un jardín para poder disfrutarlo, el derecho a la ciudad es de todos.

 

5. Cultura ciudadana: ¿cómo tener una mejor Cuernavaca sin ciudadanos que respeten las reglas del juego? Nada de lo anterior es posible si los ciudadanos no somos un reflejo del gobierno que queremos. Cuernavaca necesita de una serie de intensas campañas de comunicación que transmitan acciones y comportamientos que construyan una nueva cultura ciudadana. El recoger la basura o desechos de nuestras mascotas, barrer la banqueta, ceder el paso, respetar a nuestros adultos mayores y muchas más, necesitan ser reconocidas como acciones estrella y no de vergüenza o aburrimiento.

 

Ni duda tengo que las cinco acciones anteriores podrían lograrse en tan sólo unos meses, no son postulados soñadores o utópicos.

 

En ocasiones sólo se necesita que las personas sientan, crean y estén convencidas que el cambio es una realidad a nuestro alcance, y en Cuernavaca hace mucho que perdimos la esperanza; es tiempo de recuperarla.

 

“Las cosas no cambian; cambiamos nosotros”. (Henry David Thoreau)

Email: fvalverdep@gmail.com