¡¡Me dueles México!! - ¿Entender o justificar el comportamiento criminal?

¿Cómo hacer entender el origen del delito? Esto se le llama etiología del delito. Buscar y entender la raíz del comportamiento desviado. Cuando Frank Von Liszt dijo “que el delincuente no nace, se hace” Desde entonces las ciencias sociales han intentado explicar lo que sucede con el ser humano y el porqué de su comportamiento en sociedad. No sé si sea buena o mala la aseveración de que los criminales no son del todo culpables por sus actos, entendiendo a que hay diferentes causas. Lo malo de todo esto es que existen muchas personas y organismo que han confundido el entender contra el justificar. ¡Vaya dilema!

Existe algo que se llama normal desarrollo psicosocial, es parte de la formación del ser humano, todos cursamos por ese capítulo de nuestra vida, que nadie entiende y que a nadie parece importar.

Hay muchos autores e insignes estudiosos del comportamiento humano han intentado que la sociedad en general entienda su importancia: Sigmund Freud, Michel Foucautl, Thomas Hobbes, etc. ¡Vaya reto!

El desarrollo psicosocial inicia desde el nacimiento del ser humano, los padres son responsables de velar, cuidar, coadyuvar, fortalecer y evolucionar el normal desarrollo para cumplir con su primer meta de ciudadano y dar a la sociedad hombres sanos, productivos e inteligentes, venciendo a la bestia que todos llevamos dentro.

El genoma humano evoluciona cada 100 años, según los hombres de ciencia y esa es la razón por la que ya somos erectus homo. Hombre al fin que se distingue por su capacidad de raciocinio, aunque los monos son los primeros en protestar, aseverando que no es del todo cierto. Lo que pretendo decir es que cada 100 años afortunadamente el hombre va en una dinámica diferente y superando barreras mentales.

No obstante esa evolución natural que sucede aunque nosotros no queramos, el hombre sigue comportándose con una capacidad reptiliana. De ahí mi frase mitad hombre, mitad bestia.

Hoy los actos que despliegan los criminales son reflejo del instinto feroz, animal, implica crueldad, frialdad, falta de sensibilidad. Aun cuando el inconsciente guarda la memoria y cuando menos lo espera está ahí, recriminando, atemorizando, recordando, enjuiciando, inquieta y acusadora… ¿será por eso que evaden su realidad con sustancias que elevan sus sentidos hasta abstraerse de su realidad? Para posteriormente volver a una realidad que los perturba y nos causa daño todos los días.

Es difícil, muy difícil hablar de estos temas. La sociedad no quiere escuchar. Nadie ni las políticas públicas dicen qué es el desarrollo psicosocial del ser humano.

Las políticas públicas no han considerado de manera seria la formación del ser humano para replicar su gen, para ser padres. El desarrollo psicosocial del ser humano, tiene una parte interna que se lleva permanentemente los males de la sociedad. Los padres deben cuidar el nacimiento hasta la curva de la adultez (según la Constitución Federal hasta los 18 años) de su hijo. Esto no sucede. Ha revisado la cifra de las madres solteras? Existe una paternidad irresponsable a todas luces y me refiero a ambos: mujer y hombre. En esto nadie se salva. Todos en algún momento fallamos como padres. No es tiempo lacerar la espalda con el látigo, sino entender que podemos corregir. El ser humano de los 0 a los 03 años percibe su entorno, comienza su primer proceso mental la abstracción, es decir, captura de todas las características esenciales de las cosas que lo rodean. A los 06 años interactúa con su entorno social y va reconociendo otras formas de actuar, sus primeros pasos de la convivencia con otros seres humanos ajenas a su familia; a los 09 años asume un rol, se sabe niño o niña; a los 12 años comienza a descubrir cambios y se vuelve selectivo; identifican el rol que debe guiar según su sexo; a los 15 años inicia la definición de su sexo, da inicio su experimentación sobre control hacia otros o se asume controlado y en este proceso se lleva tres años y a los 18 años se ha consolidado. Todo parece perfecto. Mas no es así, en el camino puede haber irrupciones, deformaciones, impactos psicológicos que logran desviar el normal desarrollo. Ejemplos miles podría señalar: el nuevo ser sufre abuso sexual, vive en extrema pobreza, está rodeado de lujos pero no de amor ni atención, las imágenes o escenas violentas alteran su tersa evolución mental.

Por esta razón muchos afirman que la criminalidad tiene un origen y no se equivocan. Hoy podemos leer por las noticias que tenemos una guerra del hombre por el hombre, sin tregua que parece que nunca va acabar; ¿será acaso que cuando más oscurece, más rápido está la claridad?

No, no debemos confiar en eso porque los hechos violentos nos están trastornando, poco a poco vemos que la gente ya no es empática con el dolor, ha creado una especie de resiliencia, soportando la sangre que baña nuestros pueblos, ha intentado justificar los actos aunque estos nos dan cuenta de una ferocidad de un hombre sobre otro hombre.

Juzgue usted, haga pedazos lo que digo, pero no se quede callado. Eso me dirá que al menos lo hice pensar sobre lo que afirmo.

La expresión ¡Me dueles México! Es real, si me duele ver correr la sangre de cualquier humano, pero me duele más la indiferencia, la denostación, la falta de consciencia, el vale madrismo que nos embarga.

“Lo que escribo, mea culpa. Usted, culpable de lo que entiende”