¡¡Me dueles México!! - El primer respondiente. Angustias de un policía
En opinión de Alicia Vázquez Luna
En México dicen “las pulgas se le pegan al perro más flaco”. De ninguna manera piense que estoy ofendiendo a los policías, mucho menos calificando su investidura o representación en el rol social.
La policía de Morelos y casi de todas las entidades federativas, tienen el enorme reto de vivir, sentir, sufrir y batallar con el oscuro comportamiento de individuos que generó la misma sociedad, con la intervención directa de muchos servidores públicos de todos los niveles de gobierno para deformarla y al final ser los paganos de todos los vicios que nos aquejan. A la sociedad nunca la tienes contenta. Crea sus males y después se lamenta. Por supuesto que la sociedad está en todo su derecho de reclamar la mala actuación de un policía. En el sexenio de Peña Nieto, se construyeron normas, protocolos, manuales, programas de profesionalización policial, para dotar a las policías de todo el país de instrumentos que les permitan realizar la actuación denominada Primer Respondiente.
Se creó un modelo de actuación que viene consignado en el artículo 132 del Código Nacional de Procedimientos Penales, un Protocolo de Actuación Nacional de Primer Respondiente, se exigió a todos los gobiernos estatales, municipales, a la misma policía federal, militares y marinos, capacitación para enfrentar los escenarios donde la violencia se hace presente. Se dotó de los recursos federales denominados FASP y FORTASEG, para la profesionalización y los materiales que sirvieran a su labor de primer respondiente, cada ejercicio fiscal aumentaba los recursos hasta llegar a los 7 mil millones de pesos para las entidades federativas y para 400 municipios de los 2 mil 400 en México. Recursos que siguen hasta este ejercicio fiscal 2019 con AMLO.
La policía, aunque quiera realizar intervenciones sin fallas no le es posible, no cuentan con los conocimientos necesarios para esta labor, no cuenta con las herramientas o materiales para resguardar, preservar y en su caso procesar el lugar del hecho o hallazgo, no tiene guantes, mucho menos los señalizadores para cada indicio (anda comprando vasos transparentes desechables) no hay cinta para delimitar el perímetro, cámaras fotográficas para documentar (usan su celular) ni suficientes elementos para dar seguridad perimetral al resguardo del escenario violento, menos para evitar la contaminación del lugar. Actúa como puede y después es vituperado por lo que hace, pero nadie, absolutamente nadie analiza en la forma en que trabaja y luego si un ciudadano analiza la crisis que vive diariamente el policía, no participa activamente para evitar que las policías de Morelos y del resto del país estén en tal abandono institucional; sin embargo, siempre al “perro más flaco, se le cargan las pulgas”.
Ahora nos viene a decir AMLO que se crea la Guardia Nacional y que con esta sí se resolverá la crisis de seguridad en México, se insiste cada gobierno viene con sus ideas y los esfuerzos del pasado se desestiman, ese es el error más grande en cada administración, se piensa que si se le da continuidad a “algunos planes y programas” de gobiernos anteriores se traiciona a sus propias ideologías políticas, no entienden que hay muchas personas que participan en esos planes y programas anteriores y no solo un militante de un partido. Hoy, a los policías les inquieta lo que pasará con ellos, una vez implementada la Guardia Nacional; está visto que casi 400 mil policías de todo el país no han logrado erradicar la violencia, menos lo harán los 72 mil guardianes nacionales. El mal está en las entrañas de la sociedad por efecto de los malos gobiernos. Claro a nadie le gusta escuchar esto menos a los gobiernos en turno. Creen que los críticos somos contrarios, no se confundan pensar es un ejercicio libre, aunque sí, ya sé a muchos los han perseguido por sus ideas. Aun así, no se puede callar ante las evidencias.
Mucho se dice de la “puerta giratoria” del sistema penal adversarial que estamos enfrentando y si el juez declara ilegal la detención, siempre el que se lleva la peor parte es el policía, sigue el ministerio público (esa es otra historia). El primer respondiente requiere de profesionalización, pero no esa que viene del extranjero, porque no conocen las necesidades de Morelos o de cualquier otra entidad federativa, no conocen la legislación, no conocen a su gente, no tienen los polígonos de incidencia delictiva, no conocen la dinámica social, no entienden de las normas procesales y si las han leído, nunca en su vida han detenido a un borracho o sacado de separos.
Los policías son de nosotros, para nosotros y por esa simple razón deberíamos cuidar, vigilar y dar seguimiento a los recursos que se destinan de nuestros propios impuestos para evitar que “empresas extranjeras” se lleven los recursos con “capacitaciones” o con “insumos o materiales” para el primer respondiente. Los policías, aunque son hombres especiales, también son humanos y requieren del respaldo de la sociedad, mientras esté la sociedad absorta, indiferente o siendo comparsa de aquellos que distraen recursos destinados para seguridad, seguiremos en la misma crisis.
Si en algún momento te sientes inseguro recuerda, ¡¡qué el primer respondiente hará lo que puede, no lo que debe!!
“Lo que escribo, mea culpa. Usted, culpable de lo que entiende”